Una pensionista de A Piringalla le echa un pulso al Concello de Lugo

La anciana reclama que se le reintegren más de 1.400 euros que le fueron cobrados por un recibo del agua
Guillermina Saa muestra el justificante del embargo y el último recibo del agua
photo_camera Guillermina Saa muestra el justificante del embargo y el último recibo del agua

Cuando está a punto de cumplir 83 años, Guillermina Saa lleva casi cuatro echándole un pulso al Concello de Lugo, debido a que en las Navidades de 2012 recibió como aguinaldo de la administración local una factura del agua por importe de 1.413,85 euros, correspondiente al consumo de tres meses.

Esta pensionista que reside sola en el barrio de A Piringalla, que cuando se llevó este sobresalto económico vivía con su marido —fallecido meses después—, asegura que el consumo que le cargaron equivaldría, según las consultas que dice que ha hecho, "al agua para cinco piscinas" de competición.

La primera vez que se dirigió al Concello para reclamar los técnicos municipales atribuyeron a una fuga de agua ese desproporcionado consumo —esta semana le llegó el último recibo, cuyo importe es casi 30 veces menos, 47,72 euros—.


La lectura del consumo del suministro de agua le ha ocasionado más de un quebradero de cabeza al Concello de Lugo en los últimos años


Pero esta pensionista niega que se produjese entonces problema alguno en la red de su vivienda unifamiliar. "No se inundó nada, ni tuvimos que reparar", dice. "Si hubiera niños aún se podrían haber dejado los grifos abiertos, pero solo vivíamos mi marido y yo", agrega.

Pese a su delicado estado de salud y al tiempo transcurrido Guillermina Saa no da su brazo a torcer. Incluso pide la intercesión de la alcaldesa, Lara Méndez, que heredó el litigio, a la que ha solicitado una reunión para poder contarle su problema.

"El Ayuntamiento de Lugo tiene que poner remedio. Que me cobren lo que me tengan que cobrar, pero no tanto dinero", afirma esta octogenaria del barrio de A Piringalla.

UN EMBARGO. El primer revés lo sufrió esta pensionista cuando recibió la factura y el segundo a consecuencia de ordenarle a su banco que la devolviese. Guillermina Saa explica que para hacer frente a la deuda de 1.413,85 euros el Concello le embargó un año después la paga extra de la pensión de su marido y parte de la nómina de una de sus hijas, que la tenía domiciliada en otra cuenta corriente que tenía con su padre.

Tras varias idas y vueltas a las oficinas administrativas municipales e intercambios de escritos, esta octogenaria consiguió al menos que el Concello le devolviese casi una cuarta parte de lo que considera que le cobró de más, unos 300 euros. Indica que le justificaron la devolución porque se lo habían cobrado de más por el alcantarillado.

Esta octogenaria no se conforma con ese reintegro, sigue reclamando la parte pendiente porque, además de considerar que se la cobraron "injustamente", le vendría "muy bien" para completar la pensión mínima que percibe.

La lectura del consumo del suministro de agua le ha ocasionado más de un quebradero de cabeza al Concello de Lugo en los últimos años. Incluso tuvo que hacer devoluciones a los consumidores por cobrar de más. Lo que excusó con la falta de personal.

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