La chica tenía 17 años cuando la agresión, por lo que sus padres son responsables

Una pelea entre pandillas acaba con la adolescente que la inició condenada

La joven golpeó a otra chica con un zapato y le tiró del pelo, por lo que el juzgado de menores le impuso un curso de 29 horas para aprender a controlar sus impulsos y a resolver conflictos
Restos de un botellón en el parque Rosalía de Castro de Santiago
photo_camera Restos de un botellón en el parque Rosalía de Castro de Santiago

Una trifulca entre dos pandillas lucenses tras una noche de diversión acabó con una adolescente condenada. De este modo, lo que comenzó siendo un pique entre dos grupos de jóvenes se convirtió en una batalla campal que terminó en el juzgado.

El altercado ocurrió hace casi un año, en la noche del 24 al 25 de agosto. Ese día, sobre las cinco y media de la madrugada, la chica inició una discusión con otra joven en la praza de Avilés, en las inmediaciones del parque de Rosalía de Castro.

El cruce de palabras entre las dos chicas fue subiendo de tono y los amigos de ambas optaron por intervenir, pero no para disolver el enfrentamiento, sino para agredirse entre ellos.

En el transcurso de la pelea entre los dos bandos -tal y como se recoge en la sentencia-, la acusada le tiró del pelo a su contrincante y la golpeó «reiteradamente». Además, consiguió tirarla al suelo y le siguió pegando con un zapato. Finalmente, los ánimos se calmaron y la disputa llegó a su fin.

Sin embargo, la cosa no quedó ahí, ya que unos días más tarde, concretamente el 17 de septiembre, la víctima y su familia denunciaron los hechos en Fiscalía y el caso pasó al juzgado de Menores, ya que la agresora tenía entonces 17 años. Dicho juzgado le abrió un expediente a la adolescente y finalmente la consideró autora de una falta de lesiones, a pesar de que la chica negó los hechos que se le imputaban.

El juez le impuso una medida de 29 horas de tareas socioeducativas sobre el control de los impulsos y la resolución pacífica de conflictos.

«El objetivo de esta medida», explica el fallo, «es que la chica no cometa, en lo sucesivo, ni delitos ni faltas ni infracciones administrativas; que asuma las consecuencias que se derivan de los delitos, faltas o infracciones que haya cometido; que reflexione sobre lo intolerable de la falta cometida y sobre las consecuencias que ha tenido para la víctima; y que desarrolle la capacidad de reflexionar antes de actuar, el autocontrol, el respeto a los demás, la empatía y la resolución pacífica de conflictos».

INTREGRADA. El juez explica en la sentencia que la adolescente está bien integrada en su medio familiar y social, cursa correctamente sus estudios de bachillerato y no cuenta con ningún otro expediente abierto en la Fiscalía de Menores.

Casos como este ponen de manifiesto que, en contra de lo que se pueda pensar, los enfrentamientos entre jóvenes no son una problemática que afecte únicamente a un determinado sector de la sociedad y no están protagonizados necesariamente por adolescentes conflictivos, o criados en familias desestructuradas.

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