Los conductores llevan años perdiendo batallas contra los gorrillas y los juzgados incluso han anulado algunas de las sanciones que se les han impuesto. Para sofocar el malestar ciudadano, el Concello anunció el pasado mes de julio que iba a aprobar una ordenanza para acabar con los 'aparcacoches', además de con manteros y otros problemas como el de botellón.
La ordenanza, sin embargo, no tiene fecha a día de hoy. Según el gobierno local, está "casi lista" y podría aprobarse "en breve".
El gobierno no avanzó ayer ningún aspecto de las medidas que propondrá esa ordenanza para acabar con un fenómeno que es antiguo en Lugo, ya que de hecho existía ya en el viejo hospital Xeral.
Sin fecha sigue también la otra solución propuesta por el Ayuntamiento para resolver los problemas de aparcamiento junto al hospital: el leiraparking.
El problema de los gorrillas viene de hace lustros y, sin ordenanza, está por ver que el leiraparking sea gratis si es que llega a abrir
Ese estacionamiento previsto en el Hula tiene permiso de la Comisión de Patrimonio de la Xunta desde 2017, pero los lucenses aún aguardan que esté listo ese espacio, que según las previsiones debería tener cabida inicialmente para 330 vehículos y podría llegar incluso a las 800 cuando toda la superficie esté explanada.
El Concello proyectó de esa zona de estacionamiento ya antes incluso de que se pusiera en funcionamiento el hospital en 2010. El compromiso no ha fructificado aún.
La idea es abrir un estacionamiento en una parcela situada enfrente del hospital El proyecto contempla el acondicionamiento de la parcela y la adopción de las medidas necesarias para proteger la mámoa hallada en la finca.
El terreno de propiedad municipal tiene una superficie de 25.280 metros cuadrados y en 2016 hubo ya algunos trabajos de desbroce, pero nunca se ha llegado a fijar fecha de apertura ni se han anunciado nuevos pasos desde que Patrimonio autorizó la obra.
El leiraparking no tiene fecha, pero la duda de los conductores es si será de verdad gratuito o si los gorrillas podrán seguir gestionando ese ansiado espacio, sobre todo si no hay normas que lo impidan de forma efectiva.
