Una oleada de robos alarma a vecinos de varias parroquias de Lugo

Esperante, Calde, Bazar, San Xoán do Campo, Santiago de Saa, Lamas, así como la zona de O Picato, en Guntín, han sido escenario de asaltos. Pedáneos, asociaciones vecinales y Unións Agrarias reclaman que se refuerce la seguridad
Ventana rota por la que hace unos días entraron a robar en una casa de A Louzaneta
photo_camera Ventana rota por la que hace unos días entraron a robar en una casa de A Louzaneta

"Hace cuatro días entraron en una casa de Lamas; la suerte fue que saltó la alarma y tuvieron que escapar". El detalle de ese intento de robo lo contaba el viernes Julio Iglesias, pedáneo de la parroquia lucense Bazar, que hablaba del que se cree que ha sido el último asalto sufrido por vecinos de las parroquias situadas en torno a la carretera de Santiago.

Los asaltos, dicen varios pedáneos y presidentes de asociaciones vecinales de esa zona, están siendo frecuentes y tienen a los vecinos alarmados. De hecho, Julio Iglesias relata que ya se ha convertido en costumbre que los vecinos que llegan tarde a casa hagan una ronda por toda la parroquia para ver si hay movimientos extraños o coches desconocidos. "Si ves que hay un coche que no es de la zona, haces una foto para tener al menos la matrícula; si luego no pasa nada, pues la borras", explicaba. Esa especie de patrullas vecinales, con todo, no llegan para dar serenidad a los vecinos, que reclaman a la Subdelegación del Gobierno que refuerce la presencia de la Guardia Civil en la zona.

"Hubo patrullas durante un tiempo y funcionaron. No se trata tanto de que tenga que haber agentes en todas las parroquias todas las noches, pero si hay una recorriendo la zona se corre la voz y se mejora la seguridad", decía Iglesias. Este pedáneo también sufrió recientemente un asalto, de madrugada, aunque no tuvo mayores consecuencias debido a que los cuatro perros que tiene en su finca pusieron en fuga a los ladrones, que solo reventaron una de las verjas de acceso a la casa.

No todos los asaltos han sido precisamente un fracaso. En el local social de Esperante entraron recientemente y robaron una nevera y una cocina de butano que los vecinos tenían allí para sus actividades. "Debía ser ya la cuarta o la quinta vez que nos entraban en el local social", detallaba  Ángel Rodríguez Abuín, presidente de la Asociación de Vecinos.

En Esperante entraron en el local social y se llevaron una nevera y una cocina de butano. No era el primer robo en el centro vecinal

En una casa de esta parroquia también entraron hace poco y robaron algo de dinero y joyas, "poco, porque ya habían entrado hace un año y ahora no tenían casi nada de valor en casa", explicaba Rodríguez Abuín.

Pero, más allá del botín, el problema para los vecinos es la inseguridad. "Es vivir con desconfianza", se lamentaba el representante vecinal, que dice que los residentes en la zona rural han tenido que cambiar sus costumbres y habituarse a vivir "con todo cerrado a cal y canto".

Cerrar se ha convertido en una medida preventiva y en una forma de intentar tener garantías ante un robo.

Así, Marcelino Pita, pedáneo de Santiago de Saa, relataba el viernes que él mismo ha sido objetivo de los ladrones varias veces el último año y un problema con el que se ha encontrado es la dificultad de tener compensación del seguro, por el hecho de que le robaron de instalaciones en las que las puertas estaban abiertas.

Los robos en Saa de los que tiene constancia ocurrieron hace ya algún tiempo y, de hecho, de los que ha sufrido personalmente el de mayor envergadura se produjo ya en abril, cuando le robaron un motor y una ordeñadora. Entonces presentó denuncia, después le entraron en un par de ocasiones más y no acudió a denunciar por la falta de fe en que sirva para algo, confiesa.

De la alarma vecinal se hizo eco el viernes el sindicato Unións Agrarias, que reclamó que se refuerce la vigilancia tras los robos que, señaló, se han dado en las parroquias lucenses de Esperante, Calde, Bazar, San Xoan do Campo, Santiago de Saa y Lamas, así como en la zona de O Picato, en Guntín.

La organización agraria destacó que hay explotaciones que están sufriendo pérdidas importantes por los frecuentes robos en la zona y reclamó que se refuerce la seguridad, que se ha relajado bastante los últimos meses, asegura.

Esos robos se suman al registrado hace unos días en un chalé de A Louzaneta, donde los vecinos que la falta de alumbrado condiciona la seguridad.

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