Una madre denuncia que su hijo transexual sufre acoso en el colegio

Una madre de Lugo pide respeto para su hijo transexual, de solo 7 años, ante la situación de acoso que, según dice, sufre el pequeño en el colegio público de la provincia al que asiste, donde —según explica la progenitora— nadie le llama por su nuevo nombre masculino haciéndolo solo por el femenino, con el que fue inscrito en el Registro Civil de acuerdo con sus genitales. La mujer asegura que su hijo está sufriendo mucho dado que se siente incomprendido y llega muchas veces a casa llorando mientras que en el colegio le dicen que "es una niña feliz".

"Comenté lo que le estaba pasando a mi hijo, que quería que lo tratasen como a un niño, con la dirección del centro y lo que me contestaron fue: "¡Yo también quería ser un pájaro!". La gente no está sensibilizada con esta cuestión y mi hijo lo está pasando muy mal emocionalmente. Llega llorando a casa, donde yo sí le llamo ahora por su nuevo nombre masculino porque así lo quiere él, pero en el colegio no lo hacen", relata. 

Esta madre cuenta que la razón que le dieron en el centro para no llamar al niño por su nuevo nombre masculino está en que su expareja y padre del pequeño no acepta esta nueva identidad y, por lo tanto, mientras que no haya un acuerdo entre ambos progenitores, el centro tomó la decisión de seguir con el nombre original, lo que va en contra de los deseos del pequeño y genera, según la madre, un mayor rechazo social. "No entiendo por qué no se respeta lo que quiere el niño. En estas situaciones, debe primar siempre lo que desea el menor y los poderes públicos tienen que protegerlo. A costa de esto, los otros niños se ríen de él y sufre bullying", afirma.

La mujer pide que se eduque desde las aulas en conceptos como la identidad de género y la transexualidad. "Nadie les explica estas cosas, ni siquiera los profesores dedicados a la atención a la diversidad. Los docentes tienen que evitar el problema en clase", afirma.

La madre del niño añade, por otra parte, que continúa habiendo muchos tabúes en torno a este tema y ella misma está sintiendo también el rechazo de toda la comunidad educativa. "Sigue habiendo tabúes. No me habla ninguna madre, la dirección se niega también a hablar conmigo. Es importante que el personal de los centros se ponga en el sitio de los demás, que empaticen. Yo acepto a mi hijo como es pero veo que la sociedad no lo acepta, ni lo respeta", dice.

El rechazo social también afecta a la progenitora a la que, según cuenta, le llegaron a decir: "Tú siempre quisiste un niño".

"Necesitamos el apoyo de la Administración porque me siento sola y sin saber a dónde recurrir. Solo quiero que a mi hijo se le reconozca en masculino y no en femenino, nada más, y me imagino que habrá más gente en Lugo que esté pasando por lo que paso yo. Por eso, hay que luchar para que este tema deje de ser tabú", insiste.