Una ladrona que engañaba a las cajeras con el cambio es condenada a 6 meses

Compraba un artículo, normalmente pañales, y pagaba con un billete de 500 euros. Acto seguido fingía un enfado, hacía la devolución y se marchaba con su billete y parte de las vueltas
Uno de los engaños fue en un establecimiento de la calle San Roque
photo_camera Uno de los engaños fue en un establecimiento de la calle San Roque

Una mujer que recorrió varios supermercados de la capital lucense engañando a las cajeras con el cambio fue condenada a seis meses de prisión como autora de un delito continuado de hurto. La acusada es una auténtica profesional del timo. De hecho, ya tiene a sus espaldas una decena de condenas por sucesos similares, cometidos por todo el país, en ciudades como Barcelona, Malaga, Sevilla, Granada, Jerez de la Frontera, Almería o Sabadell.

El juzgado de lo Penal número 2 de Lugo consideró probado que el día 7 de abril de 2010, la mujer entró en varios establecimientos de la capital lucense acompañada de un menor y puso en marcha un «plan preconcebido». En todos los casos, la acusada realizó una pequeña compra, casi siempre pañales, y pagó con un billete de 500 euros.

Por lo general, la cajera que la atendía le explicaba que no tenía cambio suficiente y que tenía que ir a la oficina. La acusada esperaba en la caja sin poner impedimentos, pero cuando la trabajadora regresaba y le daba el cambio fingía un enfado porque entendía que estaban desconfiando de ella, así que devolvía la compra.

La mujer exigía su billete de 500 euros y le entregaba a la cajera las vueltas, pero lograba esconder una parte del cambio con gran habilidad. Acto seguido, se marchaba del lugar rápidamente, aprovechando el alboroto que se formaba.

Con esta maniobra, la timadora consiguió hurtar 200 euros en el antiguo supermercado Eroski de la Rúa San Roque y otros 200 en el establecimiento Gadis de Fonte dos Ranchos. El mismo día, poco antes de la hora de cierre, la mujer intentó realizar una operación idéntica en dos supermercados de esta última cadena, sitos en Ramón Ferreiro y Rúa Lavandeira. Sin embargo, los responsables de ambos se dieron cuenta de las artimañas de la mujer y amenazaron con llamar a la Policía.

En la vista oral, la acusada lo negó todo y dijo que ese día no estaba en Lugo. De hecho, presentó un escrito emitido supuestamente por el hospital de Puertollano, pero el juez desconfió de su autenticidad, ya que no recogía el nombre del médico que la atendió, ni su número de colegiado, ni los datos del DNI de la paciente.

Además, todos los testigos identificaron a la acusada en una rueda de reconocimiento -en la que participaron nueve mujeres- realizada en la comisaría de Policía.

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