"Se me chego a parar, os seis ou sete cans me enganchan como a un polo", explicó el menor de 12 años de edad que el pasado martes, a última hora de la tarde, fue atacado por una jauría de perros sueltos cuando paseaba en bicicleta por una pista de Rubiás, en el municipio de Lugo.
Uno de los canes le clavó al niño sus colmillos en la pierna izquierda mientras, asustado, pedaleaba con todas sus fuerzas para intentar zafarse de sus agresivos perseguidores.
"Empecei a berrar. Un deles clavoume os dentes na perna e soltoume. Corría costa abaixo, porque todos os santos axudan, para perdelos de vista. Pero me volveu a enganchar o pantalón e rachou máis a tela", continuó su relato el menor.
Su madre afirmó que "a sorte foi que lle clavou os dentes e o soltou. Non o seguiu enganchando". Agregó que "o problema é que ía só. Se tropeza e cae, Deus sabe o que pasaría. Non hai que esperar a que haxa unha desgracia para que se tomen medidas".
La víctima fue atendida en el hospital Lucus Augusti. Le limpiaron las heridas y no le aplicaron puntos de sutura porque, según le explicaron los facultativos a su madre, las mordeduras de perro "curan mellor abertas". este miércoles no fue a clase. Durante 15 días no podrá hacer ejercicio físico y tendrá que ayudarse de muletas para caminar. este jueves acudirá al pediatra y volverá al colegio.
La madre de este menor exige que se capture a los perros que tiene sueltos una familia de etnia gitana que reside en Rubiás, con la que no tiene ningún otro problema, según quiso dejar claro. "Cando ven a Policía din que non son seus e que só lles dan de comer porque lles dan pena", indicó.
Los padres de ambos menores han presentado sendas denuncias ante la Policía Local por estos ataques
OTRO MENOR. Sus padres pusieron el caso en conocimiento de la Policía Local. No es la primera denuncia que reciben. Hace diez días un joven de 16 años de Vilachá, aldea próxima a Rubiás, también fue atacado cuando pasaba montado en bicicleta por delante de la finca privada en la que se cobijan los perros. Entonces uno le dio un mordisco en una nalga. Recibió asistencia en el sanatorio Nosa Señora dos Ollos Grandes.
Los centros sanitarios en los que fueron atendidos ambos menores remitirán informes de los ataques a la autoridad judicial, tal y como establece el protocolo de actuaciones.
El padre de este joven de 16 años también dio cuenta de lo sucedido al gobierno municipal y al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil.
La abuela de esa primera víctima también reclamó este miércoles que "se leven aos cans de aquí" debido a que tienen "asustados" a los vecinos, tanto de Rubiás como de Vilachá, y para evitar que se produzcan más ataques.
Aseguró que las personas mayores que solían pasear por esta zona ya no lo hacen y los que no han cambiado sus hábitos llevan por si acaso un palo en la mano para ahuyentar a los perros si se les acercan.
Los ataques padecidos en los últimos diez días por ambos menores no fueron los únicos que se le atribuyen a esta jauría. En lo que va de este año un jubilado de Rubiás y otro de Vilachá también sufrieron en sus carnes la agresividad de los canes. Pero en ambos casos optaron por no presentar denuncia.
