LUGO. La masa social de la Protectora de Animales de Lugo está dividida. Hay dos sectores con posturas irreconciliables. Las heridas difícilmente cicatrizarán y la imagen de esta entidad sin ánimo de lucro creada hace 35 años ha caído por los suelos. La maratoniana asamblea celebrada el jueves —empezó antes de las ocho y continuaba cerca de la medianoche— así lo evidenció. Fue probablemente la más concurrida de su historia.
El bando disidente insinuó que la directiva, que lleva 14 meses al frente de la entidad, ha podido incurrir en irregularidades. Incluso llegó a preguntar si cobraban. La junta, que aseguró que todo lo hacen altruistamente, acusó a sus opositores de asistir a la asamblea con el fin de «reventarla».
Las desavenencias se enconaron más a raíz de que la directiva propuso expulsar a un socio, que además era voluntario, cuya reprobación se arrastra desde hace varios años. Justificó esa decisión porque profirió varias veces «graves insultos» contra directivos en público y en foros de internet, incluso, según aseguraron, durante una visita de parlamentarios y concejales de un partido al albergue de la Protectora. También por su «deslealtad», porque indicaron que pidió a un organismo que no le concediese una subvención a esta entidad, y porque, a los tres meses de llegar la nueva junta, presentó una demanda laboral con el fin de que lo contratasen.
El socio señalado negó la mayoría de las acusaciones y justificó la presentación de la demanda porque un directivo anterior le prometió un puesto de trabajo. Salió en su defensa el que fuera durante 17 años veterinario de la Protectora, que también acaba de ser despedido, que destacó su entrega a la hora de acudir a pasear a los perros en peor estado o más peligrosos.
Este voluntario fue expulsado como socio por el estrecho margen de 80 votos a favor y 75 en contra. Los asistentes tuvieron dos formas para expresar su opinión, a mano alzada o depositando una papeleta en una urna.
La discusión de ese punto del orden del día duró una hora y media. Los primeros 25 minutos se dedicaron a aprobar el acta de la sesión anterior. La tensión se suavizó levemente cuando una socia, que dijo que tiene perros en acogida, afirmó que ella pretendía asistir a «una asamblea de personas» y que solo estaba escuchando «ladridos».
La directiva presentó anoche en la asamblea las de 2016, que heredó porque asumió el cargo en octubre, cuando el ejercicio estaba concluyendo.
Los ingresos ascendieron a 184.455 euros —105.400 son de subvenciones— y los gastos a 205.755 —el capítulo más cuantioso es personal, con 85.484 más 22.800 de cotizaciones sociales—.
Ese déficit de 21.300 euros se compensará este año con la deuda saldada por el Concello de Lugo.
Polémica
Otro de los momentos calientes fue cuando la directiva explicó el programa Adaptándome. Una asociación de la que formaba parte la actual presidenta rindió servicios (asesoramiento, paseo...) a la Protectora de forma altruista durante cuatro años. En 2015 la anterior directiva decidió formalizar esa relación con un contrato para que ampliase sus prestaciones y surgió así este proyecto. Desde el año pasado esa firma cobra unos 8.600 euros anuales.
