La oportunidad que tuvo Rami Salmo, el pasado mes de septiembre, parece caída del cielo. Este joven veterinario sirio, de la localidad costera de Latakia, al oeste de país, hacía un tiempo ya que había acabado su carrera y pretendía encontrar trabajo, tarea prácticamente imposible en el momento que está atravesando su país, en guerra desde hace cinco años. Pero eso no era todo, Rami tenía el reloj en su contra y, si no fuese porque le fue asignada una beca Erasmus para hacer este curso un máster sobre parasitología, en la facultad de Veterinaria, a estas alturas podría estar luchando en alguno de los frentes de la guerra que sacude a su país. Su madre, al despedirlo, solo le dijo esto: "Encuentra tu propio camino".
"Cualquier oportunidad para salir del país, en estos momentos, es buena porque lo que allí se vive es tremendo. Lo malo es que esta beca Erasmus Mundo terminará en junio y, si no puedo seguir estudiando en España o en otra parte de Europa, tendría que retornar a mi país y sería llamado a filas, como lo iba a ser antes de venirme. Mi sueño es hacer aquí un doctorado. El problema es que no hay becas para extranjeros, solo para latinoamericanos. Estoy haciendo todas las gestiones posibles pero no consigo nada", comenta Rami Salmo.