Un traficante que heredó el negocio ilícito de su cuñado acepta dos años

Su familiar se fue a la República Dominicana, le pasó un móvil con sus contactos y lo dejó encargado de la venta de cocaína. Le enviaba parte de las ganancias

Un traficante que heredó el negocio ilícito de venta de cocaína que tenía montado su cuñado en la capital lucense aceptó este miércoles una condena de dos años de prisión. El hombre, D.A.S., natural de la República Dominicana, se hizo cargo de los trapicheos cuando su cuñado se marchó a su país de origen y le enviaba desde Lugo parte de las ganancias. 

El ministerio fiscal acusó a los dos hombres de sendos delitos contra la salud pública, pero el cuñado de D.A.S. –con iniciales E.V.P.U.– no se presentó a la vista y no puso ser juzgado. 

El ministerio fiscal explica en su escrito de acusación que a finales del año 2009, E.V.P.U. se dedicaba a la venta de estupefacientes en la ciudad de Lugo. El hombre contactaba con los compradores por teléfono y concertaba las citas para realizar las transacciones. 

A principios de septiembre, el juzgado autorizó que se intervinieran sus comunicaciones telefónicas y los investigadores confirmaron que el hombre trapicheaba con cocaína.

El cuñado también está acusado de un delito contra la salud pública, pero no se presentó al juicio. El fiscal le pide cuatro años de cárcel

Poco después, a finales de noviembre, el hombre dejó temporalmente el país para viajar a la República Dominicana y le pidió a su cuñado que se hiciera cargo de la venta de droga en su ausencia. Para ello, le dejó el móvil con el que contactaba con los compradores, que seguía intervenido. 

Así, desde el 1 de diciembre, D.A.S. comenzó a gestionar los trapicheos. El hombre se quedaba parte del dinero que conseguía y enviaba el resto a su cuñado mediante giros dinerarios. 

Finalmente, sobre las nueve de la noche del 22 de enero de 2010, los investigadores detuvieron al hombre en el municipio de Outeiro de Rei, cuando se dirigía a Betanzos a vender droga. Los agentes le requisaron además una bolsa con cinco gramos de cocaína y 401 euros. 

Ese mismo día, se llevó a cabo un registro en su domicilio de la capital, donde fueron localizadas 17 bolsas que contenían algo más de 38 gramos de droga. D.A.S. ingresó en prisión provisional por estos hechos el 25 de enero y quedó en libertad el 24 de abril. 

Su cuñado regresó a Lugo en marzo –cuando D.A.S. todavía estaba preso– y siguió vendiendo droga. El hombre también fue detenido e ingresó en prisión justo el día que salió el otro acusado, quedando en libertad el 24 de junio. 

El ministerio fiscal solicitó inicialmente cuatro años y nueve meses de prisión para cada uno de los acusados, pero D.A.S. asumió su culpa ante el Tribunal y pagó una multa de 1.500 euros, por lo que la acusación pública rebajó a dos años su petición para él.

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