Un guardia civil de paisano logró frustrar ayer un robo en una entidad bancaria de la capital lucense, donde retuvo a dos ladronas hasta que llegó la Policía Nacional y se hizo cargo de la investigación.
El agente entró en un banco de la Avenida da Coruña sobre las doce de la mañana y se acercó al cajero automático con la intención de retirar dinero. Sin embargo, mientras esperaba su turno, vio a dos mujeres que levantaron sus sospechas y siguió sus movimientos.
En cuestión de segundos, el hombre observó como ambas se acercaban a una clienta, que hacía cola, y una de ellas introducía disimuladamente su mano en el bolso de la mujer.
Acto seguido, las dos sospechosas se dirigieron rápidamente hacia la puerta del banco, pero el agente les cerró el paso y les pidió que se apartaran hacia una esquina de la oficina.
Una vez allí, el guardia comprobó que las mujeres tenían en su poder una cartilla bancaria que no era suya y que contenía dinero en su interior, por lo que avisó a la Policía Nacional y retuvo a las pesuntas ladronas hasta que llegó la patrulla.
La actuación del agente fue tan discreta que la mayoría de los clientes que estaban en ese momento en el banco no se percataron de lo sucedido. De hecho, la afectada, de 80 años, salió de la entidad bancaria mientras el guardia hablaba con las sospechosas y fue la Policía Nacional quien la localizó posteriormente para explicarle lo sucedido y devolverle sus pertenencias.
Los agentes de Policía trasladaron a comisaría a las dos ladronas para identificarlas. Según confimaron, se trata de dos mujeres de 19 y 39 años de edad, de origen extranjero. Ambas fueron imputadas por un delito de hurto y el caso fue puesto en conocimiento del juzgado de instrucción número 1 de Lugo, que se encontraba ayer de guardia.
El agente que logró frustrar el robo -que prefiere mantenerse en el anonimato-está destinado en el Centro Operativo de Servicios (C.O.S.) de la comandancia lucense.
