Cuando se acomete la rehabilitación de un casco histórico o de un poblado rural no se trata solo de adecentar los inmuebles y los espacios que los rodean, sino que hay que llenarlos de vida y contenidos. Este es uno de los puntos en los que coincidieron los prestigiosos arquitectos que intervinieron este viernes en la capital lucense en el congreso Regeneración Urbana y Territorial desde la Intervención en Edificios, organizado por la Diputación de Lugo y la Asociación Provincial de Empresarios de la Construcción (Apec).
Uno de los ponentes de este foro, el coordinador de proyectos y obras de la oficina técnica del Consorcio de Santiago, Ángel Panero Pardo, huye de que la recuperación de los cascos históricos se asocie "a la protección de su apariencia", sino que defiende que "el éxito de su pervivencia está más bien vinculada con su capacidad de transformación permanente".
Panero Pardo: "El desafío no es conservar las ciudades, sino hacer que se viva mejor sobre ese soporte físico"
"El desafío no es conservar las ciudades, sino hacer que se viva mejor sobre ese soporte físico heredado que, además de valores culturales, tiene valores funcionales y sociales que debemos de respetar", afirmó este arquitecto que lleva más de 20 años trabajando en la recuperación de la capital de Galicia, que es Patrimonio de la Humanidad.
Otra de las reflexiones que planteó Ángel Panero es que no debe aproximarse a la rehabilitación "con el cliché antiguo de vincularla con la historia o la arqueología, sino con la realidad cotidiana de las personas que habitan en sus edificios".
"¿Qué sentido tiene plantearse la rehabilitación de un centro histórico sin poner encima de la mesa cuestiones que tienen que ver con la generación de empleo o la creación de economías alternativas", precisó.
En este foro promovido por la Diputación lucense y la Apec algunos de los ponentes, como los profesores de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de A Coruña Emilio Rodríguez Blanco, Juan Creus –con su socia Covadonga Carrasco– y Carlos Quintáns Eiras, expusieron obras suyas reconocidas por su integración en el entorno.
Carlos Quintáns, que acaba de ganar el León de Oro de la Bienal de Venecia (Italia), junto al madrileño Iñaqui Carnicero, como comisario del pabellón de España, advirtió de que hoy en día, en lo que se podría considerar como "el fin de ciclo" de la obra nueva, lo que toca es "arreglar lo que hemos heredado" e "intervenir sobre lo construido" porque hay más edificado "de lo que se usa".
Quintáns aboga por que la arquitectura "vuelva a ser el espacio que de verdad nos importa y no el mercado inmobiliario"
Este profesor de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de A Coruña, que presentó en el congreso la obra que llevó a cabo en una casa en Paderne de O Courel, sostiene que se está apostando por la rehabilitación debido a la crisis y a la concienciación social de que se agotan los recursos.
Quintáns abogó porque "se recupere el sentido común" para que la arquitectura "vuelva a ser lo que define el espacio donde vivimos, el espacio que usamos, el espacio que de verdad nos importa... y no el mercado inmobiliario".
Este arquitecto explicó que "con patrones muy sencillos y elementales", como puede ser la consolidación de un edificio, se pueden realizar actuaciones "muy necesarias".
IMPULSO. El presidente de la Diputación lucense, Darío Campos, que inauguró este viernes el congreso junto al gerente de la Apec, Eugenio Corral, abogó por la rehabilitación eficiente para impulsar la construcción, que es la finalidad del plan Reacciona 2020 puesto en marcha por ambas entidades.
"Esta vía o que nos permitirá é, aparte de darlle un pulo a este sector, crear un parque de vivendas eficaces e sostibles, tal e como establecen as normativas europeas", destacó el presidente del organismo provincial.
