Jugarse la vida por la magia

Víctor Cerro, uno de los mejores escapistas del mundo, presenta este miércoles en Lugo un espectáculo gratuito en el que debe liberar cuello y pulgares de una cadena amarrada a un vehículo de gran potencia
 
Cerro, en un espectáculo en Pontevedra. ANXO LORENZO
photo_camera Cerro, en un espectáculo en Pontevedra. ANXO LORENZO

Víctor Cerro quiere poner Lugo patas arriba. El ilusionista extremeño desembarca este miércoles en Lugo, por primera vez en su carrera, con el espectáculo de magia extrema Centímetros Cúbicos, que promete al público altas dosis de adrenalina. 

El mago de Plasencia pondrá, una vez más, su vida en juego en el desarrollo de un espectáculo donde se ceñirá una cigüeña metálica que le inmovilizará el cuello y los pulgares y será el propio público el que le coloque una gruesa cadena, de 80 metros de longitud, que irá amarrada por el otro extremo a un vehículo de gran cilindrada.

Cuenta que solo dispondrá de unos pocos segundos para soltarse y evitar que, en vez de un único Víctor Cerro, existan dos. "Es el número que más riesgo tiene de todos los que hago", dice.

Cerro posee dos récords mundiales de magia extrema. En el primero de ellos permaneció más de cuatro horas en el interior de un bloque de hielo. Para conseguir el segundo de ellos resistió 21 minutos inmóvil dentro de un horno de gas encendido a una temperatura de 150 grados.

Fue precisamente en un número similar, dice, en el que al introducir la cabeza en un horno sufrió un percance y no pudo despojarse de las esposas por lo que, tanto él como los miembros de su equipo que intentaron liberarlo, sufrieron quemaduras.

El ilusionista extremeño tiene dos récords mundiales de magia extrema

Cuenta Víctor Cerro que gran parte de su éxito reside en la ayuda que le proporciona su amigo Serna. Su vecino es el inventor de todos los peligrosos artilugios que el ilusionista emplea en sus espectáculos. Entre ambos han creado un vínculo, un tanto macabro, para idear "la máquina que acabe con mi vida", señala.

Una de las más peligrosas es una ballesta utilizada en El Hombre Diana. Es una ballesta gigante de tres metros que arroja lanzas de casi dos metros de longitud. Y las dispara hacia una diana. 

¿Dónde está lo emocionante? Pues que encadenado a esa diana está Cerro. Debe soltarse antes de que se queme la soga que mantiene tensa la ballesta, momento en el que saldrá disparada la lanza hacia la diana. Espera para entonces no estar ahí.

Este espectáculo visual gratuito, que tendrá lugar este miércoles a las 20.30 horas en la calle Rodríguez Mourelo (la ubicación se cambió sin previo aviso poco antes del inicio del espectáculo), está enmarcado dentro del Festival Mundial do Ilusionismo Galicia Ilusiona, que promueve la Xunta. La cita local será la sexta y penúltima parada de la gira, en la que el público disfruta de los arriesgados retos a los que se somete Cerro.

El show en directo será presentado por el periodista deportivo de la TVG, Terio Carrera.

"Mis dos nuevos espectáculos son ilegales en España. Tengo que irme fuera", asegura

El devaneo con el riesgo extremo continuará presente en los próximos espectáculos de Víctor Cerro. Su peligrosidad es tal que son dos espectáculos considerados como "ilegales" en España. El ilusionista asegura que "tendré que irme fuera de España, seguramente a Marruecos para poder realizarlos", dice.

El mago prefiere no desvelar el contenido de sus nuevos números, aunque adelanta que para ellos necesitará emplear un avión de grandes dimensiones, y que para el segundo debe hacer una ascensión a más de 5.000 metros de altitud.

Cerro relata que ninguna compañía de seguros le firmará una póliza en nuestro país para tener un soporte en caso de que se desvíe del guion original.

Cuando se baja del escenario, el ilusionista extremeño cuenta con la inestimable colaboración de su mujer, que es su ayudante en la preparación de los nuevos espectáculos y a su vez se convierte en la mayor sufridora por el peligro que entraña cada idea que ronda la cabeza de su marido. Que no son pocas.

Cuenta que su pasión por los deportes de aventura como el rafting, el puenting o la escalada se unió con el interés que le despertó, desde que era un escolar que cursaba séptimo curso de la EGB, el ilusionismo y eso le ayudó a crear sus espectáculos de magia extrema.