"Tú no. Vete al fondo, que eres nueva"

Lúa F. sufrió acoso escolar durante cuatro años. Esta mañana contó su historia en una conferencia que tuvo lugar en el instituto Politécnico de Lugo sobre el primer plan de igualdad de Galicia

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photo_camera Auditorio del salón de actos del Politécnico durante la charla. VICTORIA RODRÍGUEZ

"Me animé a contarlo porque creo que hay mucha gente que no se atreve a pedir ayuda". Son palabras de Lúa F., alumna del ciclo de Laboratorio del instituto Politécnico de Lugo, tras su participación en la charla que ofreció Pilar Porral, directora de Coeduca, sobre acoso escolar. La conferencia, a la que acudieron más de un centenar de alumnos, estaba englobada dentro del primer plan de igualdad de Galicia implantado en un centro educativo público y puesto en marcha por la propia empresa Coeduca.

La historia que contó Lúa F. arrancó con 12 años (ahora tiene 21) y un cambio de residencia que obligó a su familia a establecerse en Lugo. Este cambio de residencia implicó un cambio de colegio, nuevos compañeros, nuevos profesores y nuevas experiencias, aunque no siempre positivas. "Llegué nueva al colegio y me causaba mucha impresión ir sola. Hablé con mi madre para que me acompañara, algo que el resto de compañeros vieron como una debilidad. Ellos llevaban un tiempo en el centro y muchos ya iban solos, se sentían mayores. Cuando me puse en la fila de mi curso fue cuando me dijeron la frase, 'Tú no, al fondo, que eres nueva'. Desde ahí comenzaron a machacarme psicológicamente a diario", reconoce.

Lúa F. tuvo que escuchar durante cuatro años "que no valía para nada" y que "no pertenecía" a su grupo de clase. "Trajo consecuencias a lo largo de mi vida porque realmente pensaba que no servía para muchas cosas para las que sí tenía capacidades. También me sentía fuera de cualquier grupo de amigos. Me autoexcluía porque tenía muy interiorizado que no pertenecía realmente a ese grupo". Lúa F. asegura que al principio "no era consciente de lo que me estaba pasando". Fue en ese momento cuando recurrió a su madre, con quien tenía "mucha confianza", dice. "Hablaba con ella a diario de lo que pasaba en el colegio. Le contaba cosas y llegó un día en que se dio cuenta de que había situaciones que no eran muy normales dentro de un aula". Su madre habló con los responsables del centro, que observaron la situación de acoso y actuaron en consecuencia para tratar de evitarla. "Hicimos tutorías, actividades sobre cómo y por qué ser buen compañero, trabajos en grupo para fomentar que todos valemos para todo. Tuvo que pasar un tiempo para que se mitigara el acoso", recuerda Lúa.

Concretamente tuvieron que pasar cuatro años hasta que Lúa F. comenzó a sentirse mejor dentro de su entorno. "Hasta el último curso de la Eso no noté nada", reconoce. "Las actitudes son muy cambiantes. En un año actúan unos y al curso siguiente lo hacen otros. Iban cambiando, aunque era el grupo en general". En su último año sí que notó una clara mejoría respecto a cursos anteriores gracias al trabajo desarrollado por los educadores. "Ya solo eran dos o tres personas quienes lo intentaban, pero el resto de clase ya no les seguía tanto el rollo", dice. La mejoría fue notoria, aunque no absoluta. "Todavía no había ido a un psicólogo, por lo que al estar mal, me afectaba mucho más aunque ellos me atacasen menos".

Su salida del túnel llegó de las manos de una profesional. "Hace dos años y medio decidí ir a una psicóloga", asegura. "Empecé una terapia en la que a través de música se desbloquean mecanismos y sentimientos que la psicóloga trata una vez van saliendo. A mí me funcionó. Me ponían ciclos de Mozart y canto gregoriano, y despertó en mí sentimientos que por fin aprendí a identificar, porque hasta entonces no era consciente de ellos". Gracias a las sesiones con la profesional, Lúa F. pudo salir poco a poco del agujero en el que estaba. "Antes iba una vez cada quince días. Ahora voy una vez cada tres meses", dice orgullosa.

Lúa F. compartió escenario con Pilar Porral. La iniciativa surgió el año pasado, como reconoce la directora de Coeduca. "Al final de la charla sobre acoso escolar que dí se acercó Lúa a decirme que le gustó y que tenía una experiencia personal que le gustaría compartir porque al ser alumna de este centro podría ayudar a otras personas". Así fue. Un año después, Pilar y Lúa impartieron juntas la conferencia y la alumna pudo contar de primera mano cómo se siente alguien que sufre acoso escolar en su entorno de manera continuada. "Ella lo ha trabajado psicológicamente, por lo que tiene esa perspectiva que ayuda a la hora de contar un testimonio", asegura Porral.

La directora de Coeduca ofreció datos preocupantes durante la conferencia. "Uno de cada cuatro personas sufre acoso escolar. Es algo alarmante". Sus sesiones se centran en los abusos durante la etapa escolar y en la violencia de género, una problemática que, asegura, "desconocen porque tienen absolutamente naturalizada. No identifican como control que tu novio quiera ver los mensajes de tu móvil o te diga cómo vestir. Es un gran problema", alerta la educadora. "Nuestra labor es ofrecer herramientas, estrategias, para que identifiquen estas situaciones y actúen en consecuencia. Si no lo hacen, estarán formando parte de ese círculo de acoso", asegura.

En el caso de las víctimas, Porral aconseja que no se pongan "al nivel" del acosador. "Ignóralo, vete, no hagas caso o sorpréndele. Si respondes bien a un insulto, verán que no te achicas y no encontrarán margen para machacarte".