Tributo al maestro Groba

Dirigió la Banda de Música y es compositor, pero también abrió en la ciudad una escuela gratis con la que se ganó un aprecio duradero. Antiguos discípulos del músico se unieron a la Filarmónica en el homenaje al hombre que enseñó a tocar a decenas de niños lucenses
El Círculo se llenó hasta la bandera en el concierto de homenaje a Groba, que asistió al tributo de sus discípulos. XESÚS PONTE
photo_camera El Círculo se llenó hasta la bandera en el concierto de homenaje a Groba, que asistió al tributo de sus discípulos. XESÚS PONTE

Maestro es una palabra grande e Indalecio Fernández Groba es de los pocos que pueden presumir de que sus discípulos la utilicen para dirigirse a él. El músico sintió este viernes el agradecimiento de sus antiguos alumnos, y el valor de su legado, durante el homenaje que le dedicaron en el Círculo de las Artes.

Indalecio Fernández Groba dirigió la Banda de Música de Lugo de 1979 a 1991 y en aquellos años le conoció Miguel Ángel Díaz Valdés, hoy profesor de Música en el instituto Ollos Grandes y que en su día fue uno de los muchos niños a los que Groba enseñó música. Las clases las daba gratis, cada tarde, en el local en el que ensayaba la Banda, un espacio contiguo al Mercado al que llegaban los olores del pescado, la carne y las verduras. "Era, sobre todo, una persona con enorme paciencia y capacidad de trabajo", dice Díaz Valdés al recrear la memoria de aquel Groba.

Daba dos horas diarias de clase y formó a muchos lucenses que hoy son profesores de Música en colegios, institutos y conservatorios. No había entonces en Lugo otro lugar en el que aprender los instrumentos de viento y percusión y él enseñaba, a todo el que tenía interés, solfeo y a tocar clarinete, flauta, oboe, trompeta, trompa, tuba, trombón y percusión. Eran los instrumentos de la Banda de Música y muchos de aquellos niños acabaron también en la agrupación musical, en la que continúan hoy en día.

"Era una persona con una enorme paciencia y capacidad de trabajo", recuerda Díaz Valdés, uno de sus discípulos

"Dirigiendo la Banda era una persona firme y de carácter. Se notaba que tenía muy claro cómo debía sonar", recuerda el hoy profesor del Ollos Grandes. En la escuela era, en tanto, una persona de enorme paciencia, rememoraba Díaz Valdés. "Tenía una gran paciencia y la rutina consistía en que iba llamándonos al despacho para tomarnos la lección, ya fuera de solfeo o de instrumento", recuerda.

Eran muchos alumnos, "debíamos estar más de 40 en la clase" y él llevaba todo el peso sobre sus hombros, aunque funcionaba una especie de escuela colaborativa, ya que los alumnos más avanzados ayudaban en la enseñanza de los que empezaban.

COMPOSITOR

A Groba se le recuerda en Lugo por su paso por la Banda de Música y por aquella escuela gratuita que creó y que permitió a muchos niños aprender un instrumento, pero no solo por eso. Fernández Groba es también un compositor reconocido en Galicia y, de hecho, en el concierto del viernes sonó una de sus piezas, 'Saludo a Lugo'.

"Como compositor a mí me gusta, aunque no sé si soy la persona para valorarlo, porque media el cariño; sin embargo, creo que no es la faceta que más le haya preocupado a él", decía este viernes Valdés. Este profesor lucense es uno más de los discípulos de Groba y veinte de ellos se subieron al escenario del Círculo de las Artes para tocar junto a la Banda Filarmónica, y gaiteiros de Cántigas e Frores, en el homenaje.

"Repasando programas, vi que siempre había pasodobles, zarzuela y alguna obra gallega", apunta Martínez Sabio

El concierto lo dirigió Iván Martínez Sabio, que está al frente de la Banda Filarmónica y diseñó un recital al estilo de los que hacía Groba cuando estaba al frente de la Banda de Música de Lugo. "Repasando programas, vi que siempre había pasodobles, zarzuela y alguna obra gallega", contaba Sabio, que a partir de ahí hizo un programa con las piezas 'Pepita Graus', de Pascual Pérez Choví; 'La Leyenda del Beso', de Reveriano Soutillo y Juan Vert; 'Danzas Polovstianas' de Alexander Borodin, y el pasodoble 'Saludo a Lugo', del propio Fernández Groba.

El público respondió de forma excepcional y el Círculo de las Artes se llenó este viernes como solo lo hace en las grandes ocasiones, lo que probó el gran recuerdo que Indaleció Fernández Groba dejó en los lucenses. A la primera fila se convocó al homenajeado, que ya había asistido hace unos días, con una gran predisposición, según contaba Iván Martínez Sabio, a un ensayo del concierto. Indalecio Fernández Groba, que se jubiló como director de la Banda de Música de A Coruña, regresó hace unos años y ahora vive en Lugo, la ciudad a la que dedicó tanta música.

Comentarios