El tren a Madrid: lenta mejoría para Lugo

Lugo estará a algo menos de 5 horas con la capital en viajes directos este año y recortará otros 20 minutos en 2022, menos que otras urbes ▶ El trayecto bajará de las cuatro horas, si se enlaza en Ourense, cuando la mejora de la vía esté lista y haya trenes de ancho variable
Llegada del tren Alvia a la estación de Lugo procedente de Madrid. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera Llegada del tren Alvia a la estación de Lugo procedente de Madrid. VICTORIA RODRÍGUEZ

El Ave llegará a Galicia a finales de año, si nada se tuerce de aquí a entonces, y eso supondrá que el tiempo de viaje desde Ourense, que será el enlace con el resto de las ciudades gallegas, hasta la capital española se reducirá en casi hora y media, en concreto, en 88 minutos. La provincia de Lugo también verá mejorada su conectividad, pero de forma más lenta que otras ciudades.

¿Qué cambiará en Galicia a finales de este año?


El Gobierno anunció la entrada en funcionamiento del último tramo del Ave a Galicia, Pedralba (Zamora)- Ourense, que es justamente el de entrada a la comunidad. Supondrá poder circular más distancia a 300 kilómetros por hora o más, pero no toda la que sería deseable, por varias circunstancias. La primera es que el tramo tiene zonas muy sinuosas en las que no se podrán superar los 100 kilómetros. La segunda y más importante es que los trenes Ave son de ancho internacional y solo sirven hasta Ourense porque no son capaces de cambiar al ancho ibérico de vía que en su día se decidió mantener en el resto de Galicia para no perjudicar a los tráficos de mercancías. Las características de esta vía tampoco permiten llegar a los 300 kilómetros aunque los trenes pudieran cambiar de raíl.

¿Qué supondrá para Lugo la llegada del Ave a Galicia?


El tiempo de viaje entre Ourense y Madrid se verá reducido en 1,28 minutos, pero las ganancias serán menores para el resto de ciudades gallegas. En el caso de Lugo, el viaje se reducirá en 57 minutos, según avanzó Renfe, y quedará en 4,46 horas. Los ahorros serán inferiores en el resto de Galicia porque, hasta que a mediados del próximo año se pueda disponer de trenes de ancho variable —los Avril y los de la serie 107, que podrán pasar de una vía a otra y serán los que vengan a Lugo por su menor capacidad—, habrá que seguir usando los actuales, cuya velocidad máxima es de 250 kilómetros por hora. Así, estos no podrán aprovechar todo el potencial del nuevo y último tramo de línea Ave, aunque se podrán acercar a su velocidad máxima donde ahora no podían pasar de 100. De ahí la ganancia de tiempo.

¿Los lucenses pueden enlazar con un Ave en Ourense?


Esta es la otra opción que les queda a los lucenses para beneficiarse del Ave. Cuando se empezó a intuir que la alta velocidad nunca llegaría a Lugo, Ourense empezó a visualizarse como la estación del Ave de la ciudad. El ingeniero especializado en ferrocarril Xosé Carlos Fernández cree que no debería haber dificultad para que así fuera porque, aunque las características de la nueva estación de la ciudad de As Burgas hacen complicado e incómodo que sea un punto de transbordo constante, al estilo de las grandes terminales, el escaso número de trenes que tiene Lugo debería facilitar que Renfe les ponga enfrente un Ave para combinar sin perder tiempo. «Houbo falta de previsión e de planificación na estación, con distancias moi longas para ir a pé coas maletas, escaleiras físicas e estreitas entre os andéns, en vez de mecánicas..., polo que de momento sería moi difícil habilitar combinacións para todos os tráficos que chegan do Eixo Atlántico, que son os gordos », explica Fernández. «Lugo terá as combinacións que sexa capaz de esixir con unión política, empresarial e social», opina. Con los servicios actuales, Lugo tiene tres enlaces, aunque uno es muy justo porque el tren arriva a las 12.24 y el Ave parte a las 12.29.

¿Cuánto durará de momento el trayecto Lugo-Madrid?


Según Renfe, con la inauguración del Ave a Galicia, Lugo estará conectada con Madrid en 4,46 horas (57 minutos menos que ahora). Cuando entren en funcionamiento los trenes de ancho variable— Renfe habla del verano próximo pero hay quien cree que no será hasta finales de 2022— en general la conexión de Galicia con Madrid ganará unos veinte minutos más. De momento, Lugo seguirá siendo la ciudad gallega con peores tiempos, aunque otras se le acercan. El viaje de Vigo durará 4,16 horas (media hora menos) y desde Pontevedra, 4. A Coruña estará a 3,51 horas y Santiago, a 3,20.

A falta de Ave, ¿qué mejoras ferroviarias le esperan a Lugo?


Hace tiempo que se ha asumido que Lugo no tendrá Ave y, con el jarro de agua fría que el Gobierno echó este verano, al prácticamente renunciar a construir las variantes de Os Peares y Rubián que verdaderamente supondrían un cambio sustancial en el tiempo de viaje, la carta que le queda a la provincia es la de lograr buenos enlaces con Ourense. La línea ferroviaria de Lugo tiene más de un siglo y por varias razones, principalmente económicas, los sucesivos gobiernos acabaron renunciando a construir otra nueva. Tuvo mucho que ver también la falta de un movimiento político, económico y social de reivindicación potente, en parte debido a la despoblación que, a la vez, también es consecuencia de las malas infraestructuras que sufre la provincia. Así, se optó por una mejora integral de la vía actual en todo su trayecto, desde Ourense hasta Lugo, y especialmente entre Monforte y Lugo, donde aún no está electrificada. Se consideró que el esfuerzo en tiempo (hay estudios de precipitaciones, por ejemplo, que llevarían años), trabajo (técnico y sobre el terreno) y dinero, así como la gran afectación que tendría a un territorio que es candidato a Patrimonio Mundial, no compensarían un ahorro en el viaje de 20 minutos.

¿Qué obras están en marcha en este momento?


Ahora hay contratadas obras en los 117 kilómetros que separan Lugo y Ourense por unos 200 millones de euros. En los presupuestos de 2022, se incluyen más de 300 millones. Los trabajos incluyen cambios de balasto y traviesas, electrificación del tramo Lugo-Monforte, cambio de tensión entre Monforte y Ourense, actuaciones en puentes, túneles, trincheras y pasos a nivel, así como en señalización y comunicación, y la construcción en Oural de un túnel paralelo al actual. En definitiva, una modernización y puesta a punto de una vía del siglo XIX con tramos en los que no se actuó en décadas.

Un servicio que presenta ahora muchas deficiencias


Escasez de plazas en recorridos de larga distancia, averías, trenes antiguos (alguna locomotora tiene más de medio siglo), falta de convoyes y de maquinistas, retrasos por incidencias en la vía (en ocasiones por falta de mantenimiento) y cierre de taquillas son algunos de los problemas que lastran el ferrocarril sobre todo en la Galicia interior. Y no menor es el hándicap que supone la reducción de paradas a lo largo de la provincia que se ha ido produciendo en las últimas décadas, que hace inviable un verdadero tren de cercanías. Una vez más, de fondo está el debate de qué fue antes, si la despoblación o la pérdida de servicios. Aunque esa merma también se debe al objetivo de ganar tiempo en los recorridos.

¿Será el tren un medio competitivo para los lucenses?


La mejora integral de la vía se prevé que esté lista para 2024 y supondrá más en términos de seguridad y confort —los trenes no tendrán que frenar en los pasos a nivel y con electricidad subirán mejor las pendientes— que de ganancia de tiempo, ya que no será posible bajar mucho de la hora y 34 minutos que dura ahora el viaje entre Lugo y Ourense (en algún tren se va a una hora y 44 minutos). Si a ese tiempo se suman las cerca de dos horas en Ave entre As Burgas y Madrid (una vez funcionen los trenes de ancho variable PONTEVEDRA-MADRID un lucense pondrá ponerse en la capital en menos de cuatro horas si tiene combinaciones rápidas y cómodas. El tren sería ya un medio mucho más competitivo con el coche y el autobús. Y para muchas personas puede que también con el avión, por comodidad y sostenibilidad.

¿A Ourense directamente en coche o desde Santiago?


Igual que ahora algunos viajan a León, lo más rápido podría ser ir en coche a Ourense y coger allí el tren a Madrid. Otro itinerario alternativo sería ir por la A-54, que cuando esté acabada permitirá llegar a Compostela en coche en menos de una hora. Desde Santiago a Ourense hay trenes que hacen el recorrido en 38 minutos.

¿Y después de Ourense? El reto de A Coruña, Ferrol...


El Gobierno mantiene que la renovación de la línea férrea lucense será integral y que en sus planes está actuar desde Lugo hacia A Coruña una vez acabe la obra de Lugo a Ourense. Sin embargo, de momento son solo eso, planes.. En el norte gallego es sangrante también la mala conexión que tiene Ferrol, incluso con A Coruña. En la agenda del Gobierno está «integrarlo en la red».

El covid-19, un pretexto para continuar el desmantelamiento


En un país que tiene como bandera su apuesta por la transición ecológica siguen existiendo líneas diésel, como la de Lugo, y se prescinden de servicios que otras naciones europeas están potenciando, como los trenes nocturnos, cuya explotación es más cara que en horario diurno. Esa tendencia se acentuó durante la pandemia y en Lugo siguen sin reponer servicios que ya estaban en la cuerda floja antes y que pese a la recuperación sanitaria no se han repuesto, como los nocturnos a Madrid y Barcelona y el Arco de Bilbao.

¿Nos olvidamos de extender la malla ferroviaria?


No se puede llegar a todo en todos los lugares al mismo tiempo, se excusan los gobiernos cuando se pone sobre la mesa el atraso en comunicaciones que sufre la provincia de Lugo. La administración cree que hay que racionalizar, por eso parece difícil, al menos a corto o medio plazo, que se vaya a continuar vertebrando el territorio con nuevas líneas, como podrían ser Lugo-Santiago y Lugo-A Mariña por Baamonde. Son proyectos que el BNG lleva años defendiendo y a cuya reivindicación se ha sumado en el último año el PP. Este preguntó al respecto al Gobierno recientemente, pero el Ejecutivo de Pedro Sánchez eludió responder. En el inflado Plan Galicia de 2003, para Lugo figuraban otras líneas que ya nadie espera, como el Ave transcantábrico y el que uniría León con Monforte.

Dinero para el Feve de A Mariña por primera vez en años


Por primera vez en años, el Gobierno destina una partida algo más que simbólica para el tren de vía estrecha de A Mariña, dentro de la línea Ferrol- Gijón. Se trata de 15,8 millones de euros para 2024, dentro de un plan de inversiones total de 31,9 millones que se extiende hasta 2025. Adif no ha concretado a qué irá destinado este dinero. Las actuaciones que estaban previstas eran mejoras en algunas estaciones y apeaderos. No obstante, el administrador ferroviario tiene también en marcha un proyecto de sustitución del sistema de frenado de este tren, que todavía es analógico, y que ya está instalando en otras zonas, como Ferrol y Asturias. Y la vía en sí necesitaría una gran mejora.

¿Qué pasa con las mercancías y el corredor atlántico?


Lugo tiene dos terminales de mercancías infrautilizadas, en la capital y en Monforte, y parte de su vía férrea forma parte del corredor atlántico, la red que permitirá conectar los principales puertos y áreas logísticas de las ciudades gallegas con Portugal y con el centro de la Península hacia el resto de Europa y que recibirá dinero de la UE. Desde A Coruña y Vigo sale por Monforte hacia León. En el Presupuesto para 2022 figuran 122,7 millones para los kilómetros lucenses, pero en su recorrido por Galicia el corredor atlántico tiene muchas inversiones aún pendientes. El Eixo Atlántico elaboró un proyecto en el que estima necesarios 2.358 millones para las mejoras necesarias y que propone añadir un ramal Ferrol-A Coruña-Lugo-Monforte. Es menos de la mitad (7.000 millones) de lo que ya hay comprometido para el corredor mediterráneo.

Una oferta que ahora mucho que desear
Para que los ciudadanos se suban al tren hacen falta tiempos competitivos y medios cómodos pero también frecuencias, horarios racionales, plazas suficientes y precios asequibles. Todo lo que falta actualmente. En todo el territorio, y en provincias como Lugo en particular, en las últimas décadas se han perdido más servicios ferroviarios de los que se han ganado. Los gobiernos se agarran a que no hay demanda y la ciudadanía siente que no puede pensar en el tren como medio de transporte porque la oferta es insuficiente, precaria y hasta difícil de conocer en muchas ocasiones.

Pardo de Vera
Habrá que ver si de ahora en adelante se impone la tesis de la nueva secretaria de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, la lucense Isabel Pardo de Vera. La expresidenta de Adif defiende que el único criterio de reparto de servicios no puede ser el PIB ni la densidad poblacional. Respecto a los precios, el Gobierno confía en que la liberalización del sector —que a las líneas gallegas todavía no ha llegado ni tiene fecha— sirva para bajarlos. La realidad es que, con el último tramo de Ave abierto, hace un año en Zamora, la tarifa general subió un 5%, aunque Renfe se comprometía entonces a seguir ofreciendo plazas promocionales.