El enlace de la Ronda da Muralla con la Avenida da Coruña es uno de los nudos gordianos del tráfico en Lugo y el Concello planea a medio plazo una rotonda que agilice la circulación en la zona. Pero el estudio realizado con miras a esa reorganización de la circulación sirve también para relativizar algunos mitos sobre el tránsito en la ciudad. Para empezar, ni las horas de entrada y salida al trabajo ni las de acceso a los colegios o del fin de las clases son las más complicadas en ese punto estratégico de la ciudad.
Así, las 13.10 y las 18.10 horas son los momentos del día en los que se forman las colas máximas de vehículos en ese tramo de la Ronda da Muralla, según el informe realizado por el Concello.
Esos son los flujos tope en la Ronda, donde el estudio dice que la cola máxima se reduce a entre siete y ocho vehículos de cola máxima entre las 14.10 y las 15.00 horas, que es el momento en el que se congestionan muchas otras vías de la ciudad, por ejemplo, al coincidir el fin del horario escolar y la salida de muchos ciudadanos del trabajo.
Los datos sí confirman, no obstante, que de 13.00 a 15.00 y de 18.00 a 20.00 horas son los momentos en los que se generan más colas en esa vía.
El estudio, centrado en un espacio muy limitado de la Ronda, sí confirma que esta sigue siendo a día de hoy un eje clave del tráfico en la ciudad. Así, los datos prueban que hay muchos más coches en esa vía que en la Avenida de A Coruña en sentido de entrada al centro, donde las colas máximas son de seis vehículos y se dan a las mismas horas que en la Ronda. Ese dato apuntaría que los lucenses optarían ya en buena medida por otras opciones a la hora de dirigirse hacia el centro, aunque la Avenida da Coruña continúe siendo uno de los ejes centrales del tráfico en la capital.
El estudio dice que la cola es mayor en la Ronda que en la Avenida da Coruña y que el tiempo de tránsito se puede reducir a la mitad
A largo plazo, la idea es que la Ronda sea peatonal. Pero los lucenses aún tardarán un tiempo en ver ese cambio radical en todo el perímetro del monumento.
Lo que se plantea con el estudio de tráfico para el tramo de San Fernando es lograr que la circulación sea más fluida y los cálculos dicen que se podría reducir a casi la mitad el tiempo que se gasta ahora en circular por esa zona con la fórmula de la instalación de la rotonda propuesta.
La clave para esa mejora en los tiempos está en la optimización de los ciclos semafóricos.
