A pocas horas de que dé comienzo la cuarta edición de la Festa Castrexa los clanes ultiman los preparativos para un fin de semana que será intenso. El desfile por las calles del centro, los juegos y la búsqueda del tan ansiado torques, serán algunos de los eventos en los que los integrantes de los clanes se lo pasarán en grande en una lucha cuerpo a cuerpo para ver quien consigue alzarse con el triungo en las distintas pruebas.
Son muchos y muy variados los grupos de castrexos, veintiocho concretamente, los que podrán verse en las calles burelesas. Y detrás de toda esa indumentaria y atrezo hay meses de preparación y dedicación. Es precisamente esa gran dedicación y el ansia de diversión lo que lleva a los clanes a prepararse con mucho tiempo de antelación.
Así, el clan de los Marraxos, compuesto por más de cincuenta personas y ganadores del premio a la mejor caracterización durante tres años consecutivos, empiezan a preparar con un mes de antelación tanto sus trajes como todos los elementos que los identifican, que es todo artesanal y al que dedican la mayoría de su tiempo. Jesús Manuel Domínguez, el jefe de este clan, afirma que ya en enero se reúnen para fijar la manera en la que irán haciendo todos los preparativos. Sus trajes están conformados por algo que todos tienen en común y sobre esto cada integrante confecciona a su gusto. Además cada año añaden algún elemento nuevo. También en cada edición, para el desfile, realizan algo diferente que además es por lo que se conoce a este clan. Seguro que esta tarde también sorprenderán con su propuesta.
Otro de los clanes con más número de integrantes son los Albións, formado por unas ochenta personas y originario de la agrupación Ledicia. Dan comienzo a sus preparativos con un par de meses de antelación. Entre ellos se dividen en grupos, dedicándose unos al diseño de los trajes y otros a la preparación del atrezo que lucirán el desfile. Este grupo, en el que hay unos veinte niños, está basado en la mitología celta cuyos elementos simbólicos se pueden ver tanto en su indumentaria como en su estandarte identificativo. La simbología celta, en concreto la espiral, marca la confección y los convierte en el Clan do Lume, un símbolo que además evocan con sus ropajes negros y granates. En palabras de Bibiana Cayón «a Festa Castrexa é unha boa maneira de evadirse do traballo. O único que queremos é pasalo ben».
Otras agrupaciones con menos integrantes son por ejemplo el clan McFlurry, conformado por diecisiete jóvenes bureleses que deciden confeccionar su indumentaria en base a la que llevaron el primer año. Tal y como relata Lina Gómez «cada ano modificamos o traxe engadindo ou quitando algún detalle, por exemplo, cando gañamos o primeiro ano a búsqueda do torques decidimos engadir ó ano seguinte unha estrela ó noso traxe. O ano pasado volvimos a gañar, e este ano levamos dúas estrelas». También, para el desfile, utilizan un carro que decoran con hierba y otros elementos naturales. Esta burelesa, que espera con gran emoción la llegada de la fiesta, insiste en que hay clanes que tienen una caracterización muy buena para optar a este premio. En cambio ellos se sienten más capacitados para ganar otras pruebas como la búsqueda del torques, ya que todos los integrantes son muy dinámicos.
Y muy similar a estos castrexos, otro clan, conformado por veintidós mujeres y dos hombres, Amam Aeara, también basan sus trajes en la idea original. Por primera vez este año, han decidido variar pequeños detalles en sus ropas con el objetivo de hacer sus trajes más castrexos. Con este peculiar nombre, que recogieron de la lengua celta, estos amigos del alma, así es su traducción literal, insisten en que «é un fin de semana no que se recollen os froitos de semanas de traballo. Todo o pobo se implica nesta festa e isto únenos moito».
La edición de este año de la fiesta trae como novedad el poblado castrexo, una atractiva propuesta para todos aquellos grupos que quieran asentar su clan en la explanada del puerto.
Muchos de los clanes han decidido sumarse a esta nueva idea y han establecido su base de operaciones en el puerto. El reparto de las diez parcelas reservadas se hizo ayer a última hora de la tarde, pero la organización ya anunció que el poblado lucirá, entre otros elementos, chozas castrexas.
