TITO VALLEDOR

Tito Valledor: "Todos los terrenos, incluida la servidumbre, son del Fluvial"

Esta entidad con 17.000 socios, que está en el ojo del huracán porque la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil (CHMS) le ha denegado por segunda vez el uso de la franja de cinco metros más próxima al río, mantiene que le asiste la razón y que tiene derechos adquiridos
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photo_camera Tito Valledor, presidente del Fluvial desde hace seis años. SEBAS SENANDE

¿Qué le puede decir a los socios a lo que les han surgido las dudas a raíz de que la CHMS le haya vuelto a denegar la concesión para usar la zona más próxima al río?

Queremos transmitir a los socios toda la tranquilidad del mundo. Esto no es un punto y final, es un punto y seguido. A través de las vías administrativas que tenemos, nos queda el recurso de reposición ante la Confederación Hidrográfica y posteriormente el recurso ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, vamos a seguir defendiendo nuestro proyecto y unas instalaciones que llevan más de 50 años construidas.

¿Qué solución ve al problema?

Vamos a intentar mantener una mesa de diálogo con la Confederación Hidrográfica, la última reunión fue en septiembre, para obtener la información de primera mano. Nuestra voluntad es conocer los detalles exactos de dónde es incompatible el proyecto del Club Fluvial con el Plan Hidrológico de 2016. Una vez que conozcamos eso veremos si es factible hacer las modificaciones pertinentes para solicitar un nuevo concurso, siguiendo de forma simultánea con el proceso administrativo de este concurso.

Han expresado públicamente su malestar por esta denegación.

Nuestro malestar e incertidumbre no es tanto por la denegación sino porque no sabemos qué estructuras del Club Fluvial incumplen, si es la piscina infantil, si son las pistas de baloncesto, si es el muro que está pegado al río... Creemos que se ha sido muy escrupuloso y quizás poco objetivo porque en el concurso que quedó desierto en 2019 se nos pedía que aclaráramos que si se producía una inundación cómo podía afectar a la instalación, a la red eléctrica..., pero en ningún momento se nos dijo que incumplíamos el Plan Hidrológico que ya estaba en vigor desde hacía tres años. Tampoco queremos pensar que existe una relación entre este nuevo posicionamiento y la reiterada promesa incumplida de dotar a Lugo de una playa fluvial pública. No sería jugar limpio centrar los focos en el Club Fluvial como solución para quitarse de encima un problema por parte de una administración, como el Concello de Lugo, que ya en época del anterior alcalde, Orozco, había prometido hace unos nueve años esa playa a la ciudad y a día de hoy aún no la hay.

¿Cree que no solo responde a razones legales y medioambientales?

Para nosotros hay un antes y un después desde 2019. Responsables y jefes de servicio que ya no están en la Confederación nos decían que el Club Fluvial, como sucede en otros de España, podía solicitar incluso el cierre de la servidumbre de paso por interés público dado el carácter social y popular de nuestra entidad. Y de ahí pasamos a todo lo contrario. Se nos deniega la concesión y algunas asociaciones ecologistas centran el foco en nosotros para que el Ayuntamiento modifique su decisión de ubicar la playa fluvial en el entorno del Paseo do Miño y se haga del Club Fluvial una zona de baño. Por cierto hace dos años la Confederación nos concedió para un periodo de 20 años una plataforma de baño en el río, que aún no estamos usando debido a la pandemia, y además todos los terrenos, incluidos los de la servidumbre de paso, son propiedad del Club Fluvial mediante escritura notarial.

¿Ve viable que se ubique ahí la playa fluvial como propone Adega?

Alguno que piense que esto se puede convertir en lugar público no está meditando bien las consecuencias. Esto es una propiedad privada en la que hay una servidumbre, que está libre los 365 días del año para que quien lo desee, pescadores o no, pueda pasar. Por otro lado, la servidumbre no vale como zona de baño, es para transitar no para estar parado en ella.


"Confiábamos en que se renovase por 20 años. Fue una sorpresa que no fuera así"

Arrastran el problema desde 2019. El órgano de cuenca ya les denegaba en aquel primer concurso la concesión, ¿por qué?

En unas alegaciones de carácter técnico que nos pidió la Confederación, la ingeniería que llevaba el proyecto pidió más plazo para presentarlas. La Confederación no contestó. Podía haber respondido que no nos podía dar más plazo porque era una concurrencia competitiva, ya que también concursaba la empresa Forus. Al no alegar fue desistida nuestra propuesta y perdimos la concesión. Pero ya existía en aquel momento el Plan Hidrológico de 2016 y que sepamos no había ninguna incompatibilidad con ese plan.

Y la historia se vuelve a repetir.

Confiábamos en que nos concediesen la renovación por 20 años, por lo que fue una sorpresa que no fuera así. Es llamativo además que presentamos un proyecto muy completo en noviembre y tardaron un montón de tiempo en contestarnos, en mayo, pero después los plazos para ejecutar la denegación van como auténticos cohetes.

"Tendríamos que hacer un cierre a lo largo de la propiedad"

¿Moverán cielo y tierra para que se renueve la concesión?

El Club Fluvial es una sociedad sin ánimo de lucro. Aunque es privada, tiene un sentimiento de servicio público. Yo le preguntaría a los que nos gobiernan qué pasaría si no hubiera Club Fluvial. Pasaría que en Lugo habría menos piscinas, en invierno 700 niños no podrían aprender a nadar, no podríamos tener un equipo de natación con más de 200 niños, ni tampoco uno de piragüismo con otros 200, ni de tenis, ni de atletismo... No podríamos habilitar unas instalaciones punteras para practicar deporte. Unas 60 familias, entre puestos directos e indirectos, viven de trabajar en el club, en Lugo no hay muchas empresas con ese volumen de empleados. Nos vemos en el derecho de agotar el diálogo, todas las vías administrativas y etcétera etcétera etcétera porque el Club Fluvial es una entidad con un sentimiento de pertenencia. En los últimos 50 años más de 60.000 personas han sido socias. Colaboramos con un montón de colectivos: institutos, colegios, clubes deportivos, Cruz Roja... No es una sociedad hermética y elitista, está abierta a los ciudadanos de Lugo.

¿Qué harán si no prosperan los recursos?

En el peor de los casos, y es una hipótesis, tendríamos que hacer una especie de cierre a lo largo de los terrenos que son propiedad de los socios, dejando los cinco metros de servidumbre, en donde habría alguna puerta para que los socios pudiesen acceder al río.

Se ha cuestionado también su gestión por las obras del aparcamiento de piragüismo que le ha acarreado una multa de la CHMS de 50.000 euros y la reposición de los terrenos.

Me parece excesiva por acondicionar una zona en la que teníamos permiso en 2017, que el año pasado se hizo de la misma forma en que se había pedido. Nuestro gabinete jurídico entiende que esas licencias, si carecen de expediente de caducidad, están en vigor. No vemos un trato justo con esa sanción elevada, que no sabemos si es por afán recaudatorio o por hacer daño a nuestra sociedad, sobre todo el reponer a su estado natural la solera del aparcamiento de piragüismo. Además con ese aparcamiento es una forma de evitar las aglomeraciones en esta situación de pandemia.

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