A Tinería tenía 160 vecinos antes de que empezase a ser objeto de fuertes inversiones públicas para su regeneración. Varios años y 30 millones de euros después, tiene 175. La pregunta más repetida en el foro Intervención en el espacio público y el uso de espacios abandonados como elementos de dinamización urbana, celebrado este sábado en el Colexio de Arquitectos de Lugo, fue si realmente merece la pena una inyección de dinero público de tal calibre para esos resultados, si ganar 15 vecinos se puede considerar un síntoma de recuperación en un barrio con tanta inversión.
Los arquitectos Gonzalo Alonso, Antonio de Vega, Xosé Anxo Carreira, Ramón Cabarcos y Susana Penedo; los presidentes de asociaciones empresariales Lugo Monumental e Itineris y el guía turístico Guido Álvarez coincidieron recurrentemente en una idea: la necesidad de que se tenga en cuenta al tejido social a la hora de plantear la recuperación de una zona. Si se hace al margen, se corre el peligro de que no acabe de funcionar.
Los asistentes al foro reclamaron propuestas que ayuden a hacer vida de barrio todo el día y no solo como zona de vinos
En ese sentido, recordaron que precisamente A Tinería, un barrio que ha sufrido un aparente lavado de cara en los últimos años, sigue atrayendo a poca gente para vivir en él. Los pisos rehabilitados por la Xunta sí están ocupados, pero ese trabajo o la puesta en marcha de nuevos negocios no ha sido suficiente como para promover más iniciativa privada y concentrar a más vecinos.
Una de las cuestiones que destacó Carreira fue la conveniencia de plantear acciones que mantengan la vida en los barrios 24 horas. Recordó y alabó iniciativas que se llevan a cabo en A Tinería como las fiestas del barrio, pero destacó que se trata de propuestas que redundan en su carácter de zona de vinos.
Los participantes también criticaron el carácter cortoplacista con el que muchas veces se planea la dinamización de áreas urbanas e insistieron en que, en todas esas iniciativas, existen propuestas macro y micro. Las primeras son las más amplias y ambiciosas y dependen de la existencia de fondos, la sensibilidad del gobierno responsable y la adaptación estricta a la normativa vigente. Suelen tardar mucho tiempo en materializarse y ver los resultados, Las segundas son de menor envergadura pero más fácilmente aplicables. Son intervenciones que pueden llevarse a cabo en un breve plazo de tiempo, que no precisan un presupuesto enorme ni un papeleo extenso, pero tal y como recordaron, pueden suponer un verdadero cambio para una zona, modificarla y hacerla más vivible y vivida. Una pequeña zona verde, mobiliario urbano bien situado y diseñado son ejemplos de intervenciones micro.
La jornada forma parte de la redacción de un plan que dinamice áreas Rexurbe, zonas históricas con problemas demográficos
La jornada de este sábado se enmarca dentro del convenio del Colexio Oficial de Arquitectos de Galicia, USC e Instituto Galego de Vivenda e Solo para redactar un plan de dinamización de las áreas Rexurbe. Estas áreas son conjuntos históricos que se encuentran en un proceso de degradación urbanística, en situaciones demográficas delicadas por la pérdida sustancial o el envejecimiento generalizado de su población o por graves problemas económicos o sociales. El colegio lucense organizó el foro para abordar intervenciones en el espacio público y uso de espacios abandonados.
Dos entradas de acceso
El jardín contaría con dos puntos de acceso: uno en la oficina de turismo y otro en la Rúa Nova, para la que solo sería preciso tirar un muro.
Doble de O Cantiño
La zona verde se encontraría en el patio interior de una manzana de A Tinería y resultaría un espacio de más del doble de superficie que la Praza de O Cantiño.
