Un total de 29 personas habían fallecido en el área sanitaria de Lugo por Covid-19 hasta el pasado 14 de agosto, según los datos del Sergas. Este martes, día en el que se comunicó la muerte de una nonagenaria ingresada en el Hula, alcanzaron los 38 [este miércoles se notificó el fallecimiento de otras dos ancianas, vinculadas a la residencia de O Incio, y de un varón de 84, que elevaron a 41 el total de fallecidos con el virus en la provincia]. Es decir, casi un tercio de las muertes por coronavirus se han concentrado en las dos últimas semanas del mes.
Aunque, por ejemplo, la mujer de cuya muerte Sanidade informó este martes no era una residente de ningún centro sociosanitario y se contagió por su relación con un familiar positivo, el incremento sustancial de la mortalidad en la provincia se debe al brote de la residencia de O Incio. Son 9 los usuarios positivos que fallecieron a raíz de este brote. Hay 89 residentes y 27 trabajadores diagnosticados. Hay una explicación para ese importante aumento de la mortalidad. En la clasificación que el servicio de Geriatría del Hula ha hecho de todas las personas que viven en centros sociosanitarios, la mayoría de las de O Incio son pacientes frágiles, aquellos especialmente vulnerables, generalmente muy dependientes y con un estado de salud precario. Para esas personas una infección de coronavirus puede ser fatal.
OUTEIRO . El brote de la residencia de Outeiro de Rei —que este martes sumó 21 positivos más entre sus usuarios llegando ya a los 39, además de 5 trabajadores— podría llegar a saldarse con otras consecuencias porque los afectados son, por ahora y en su gran mayoría, robustos. Es decir, independientes para la mayoría de labores cotidianas y que están en buen estado de salud general. Además, la mayoría residen en un área concreta del centro y el personal afectado es el que trabaja en esa zona, lo que hace pensar que podría acotarse y no detectarse casos en otras plantas.
El Hula acogió este martes una reunión del comité sociosanitario —donde hay representantes de las residencias, de Política Social, de la dirección del área sanitaria y del servicio de Geriatría— para perfilar nuevas medidas a raíz de los dos brotes en las residencias. Una de las primeras será hacer cribados con PCR a todos los trabajadores de los centros geriátricos del municipio. Dado que no se permiten salidas ni visitas desde el pasado día 27 se asume que la única posibilidad de contagio tiene que venir necesariamente por el personal. "No se trata de culpar a nadie, solo de ser realistas y actuar", puntualizó este martes el director asistencial y portavoz para el Covid, Rafael Monte.
A MILAGROSA. La primera será la de A Milagrosa y, en ese caso, el cribado será tanto para trabajadores como residentes. Al estar situada en la zona cero de otro brote —el del Doña Bella— y dado que los usuarios estuvieron saliendo hasta la semana pasada en un barrio en el que los casos han crecido de forma tan exponencial que hubo que tomar medidas específicas para la zona se estima que esa precaución es necesaria. Ese mismo cribado ya se hizo en la residencia Orpea, en A Piringalla, zona próxima y también afectada, después de que un trabajador fuera contacto estrecho de un positivo. Todas las PCR fueron negativas.
Está previsto que, después de hacer pruebas al personal de las residencias del municipio, se hagan también a los de todos los centros situados en ayuntamientos limítrofes. Así, además de iniciar este miércoles la recogida de muestras para PCR en el centro geriátrico de A Milagrosa, también se tendrán resultados del cribado entre hosteleros del barrio. Los primeros, dos docenas conocidos este martes, fueron todos negativos.
A Milagrosa está considerado el epicentro de un brote numeroso y que ha tenido muchas ramificaciones. Como la mayoría de los primeros afectados, asistentes a la fiesta en el pub de Marina Española viven en la zona, se han producido en ella numerosas cadenas de transmisión. Para hacerse a la idea de hasta qué punto hay casos circunscritos a ese barrio y los más próximos basta tener en cuenta que la tasa de casos por cada cien mil habitantes en Galicia es actualmente de 74 y, entre los pacientes de los centros de salud A Milagrosa e Illas Canarias, que son los que atienden a un mayor número de estos positivos, es de 360, según el cálculo de Lorenzo Armenteros, médico en el segundo de ellos.
El área sanitaria de Lugo sumó este martes 36 nuevos casos activos según los datos comunicados por el Sergas. Es un número menor al de las últimas jornadas, pero ha subido el número de hospitalizaciones, pasando de 29 a 31, y también hay una persona más en la Uci, con lo que ahora son cuatro los pacientes críticos, todos en la unidad del Hula. La gerencia prevé que puedan seguir aumentando ingresos a lo largo de esta semana.
