Cuarto muerto por covid-19 en la provincia: un hombre de 78 años en el Hula

Tenía patologías previas
Dos técnicos de ambulancia, ante el Hula. VITORIA RODRÍGUEZ
photo_camera Dos técnicos de ambulancia, ante el Hula. VITORIA RODRÍGUEZ

La muerte de un varón de 78 años de edad, que estaba ingresado en el Hula, eleva a cuatro el número de víctimas mortales en la provincia de Lugo a causa del coronavirus.

Según informan las autoridades sanitarias, este varón había sido diagnosticado de coronavirus y presentaba varias patologías previas

Es el segundo fallecimiento que se registra hoy en la provincia por el Covid-19, ya que en la mañana de este martes perdía la vida un hombre de 83 años de edad que estaba ingresado en el Hospital da Costa, en el municipio lucense de Burela, también con patologías previas. 

La jornada del lunes habían fallecido dos hombres en relación a la pandemia de Covid-19: uno de 69 años de edad que estaba ingresado en el Complejo Hospitalario Universitario de Ferrol (Chuf) y otro de 81 años en el Hospital Lucus Augusti de Lugo. Ambos también presentaban patologías previas. 

Este fue el segundo fallecido por Covid-19 en la provincia de Lugo, después del chantadino Luis Ángel Abilares López. El paciente ingresó la pasada semana por una neumonía grave causada por el nuevo coronavirus y sus enfermedades previas contribuyeron a empeorar su situación.

BALANCE DEL LUNES.  La provincia de Lugo había registrado el lunes un nuevo aumento de casos, según informó el Sergas, llegando a los 63, cinco más que en la jornada anterior. En el Hula, dieciséis pacientes infectados permanecían ingresados en la planta de enfermedades infecciosas mientras que otros cinco se encontraban en Uci. Pese a la subida, se trata de un incremento escaso y la provincia lucense sigue siendo la que tiene menos casos de toda la comunidad con un goteo que, por el momento, los especialistas consideran asumible porque el grueso de los casos no está precisando ingreso y permanece aislado en casa con síntomas leves, 42 este lunes. Como se trata de una enfermedad de progresión lenta, en alguna ocasión, estos pacientes acaban precisando hospitalización pasado un tiempo, como ocurrió ayer con uno de los sanitarios del hospital de Monforte contagiados.

Esta semana se considera clave porque al perfil del contagiado hasta ahora habitual en el área sanitaria lucense –viajeros o en contacto con gente de otras comunidades, fundamentalmente Madrid– empiezan a aparecer casos de personas sin ninguna relación con casos importados o cuyos síntomas han aflorado durante el confi namiento.

El portavoz para la crisis del coronavirus en el área sanitaria lucense, Rafael Monte, estima que esta semana se verá hasta dónde llegan los ingresados en las plantas de hospitalización; es decir, el número de casos que se complican, derivan en neumonía y precisan asistencia hospitalaria. Sin embargo, la próxima será en la que se observe más presión en la Uci, ya que los pacientes ingre sados suelen tardar entre cinco y siete días en empeorar y precisar atención de críticos.

Por el momento, en ninguno de los dos casos, ni en infecciosas ni en Uci, se han ocupado por completo los espacios de la primera ala reservada para Covid-19.

RESIDENCIAS. El doctor Monte señala que el "talón de Aquiles" de la provincia son las residencias de ancianos, en referencia a que son puntos en los que el contagio puede hacer crecer exponencialmente los ingresos hospitalarios, multiplicándolos en cuestión de un solo día. Por ese motivo, explica que desde hace semanas el servicio de Geriatría ya está en contacto con las más de 40 que existen en el área sanitaria, incluyendo también las viviendas adaptadas.

El objetivo es que los geriatras puedan asesorar a los médicos y al personal de las residencias en caso de que se presente algún caso, dirimiendo si es posible mantener un aislamiento seguro en el propio centro o si es preciso trasladar al afectado o afectados al hospital.

En algunos casos, los geriatras podrían trasladarse a la residencia para examinar a alguna persona que lo precisase sin que se tuviera que trasladar al Hula. "Además, vamos a intentar ayudarles en lo que podamos proporcionando equipos de protección a los trabajadores de las residencias. No nos sobran, pero somos conscientes de que se trata de puntos muy sensibles y que es fundamental que desarrollen su trabajo en condiciones de seguridad", explicó Rafael Monte. El servicio de Geriatría, que como otros del hospital lucense ha reducido sus ingresos, está ahora centrado en las residencias de ancianos.