Tercer incendio esta semana en una vivienda por culpa de la calefacción

El lunes se produjo uno en Pantón, el martes, en San Simón da Costa, en el que fallecieron tres miembros de una misma familia, y este miércoles, un hombre tuvo que ser trasladado al Hula tras incendiarse su casa en el barrio lucense de Fingoi
Exterior de la vivienda en el barrio de Fingoi con la estufa quemada, que fue extraída por los bomberos
photo_camera Exterior de la vivienda en el barrio de Fingoi con la estufa quemada, que fue extraída por los bomberos

Un incendio que, afortunadamente, fue controlado y extinguido rápidamente por los bomberos, arrasó este miércoles una casa en el barrio de Fingoi, en concreto, en la rúa Bataneira. Pese a la intensidad de las llamas y al humo que provocaron, no hubo que lamentar heridos y el único morador de la vivienda, Manuel Díaz López, un hombre de 70 años, resultó ileso. Aun así, el hombre fue trasladado, en ambulancia, al servicio de Urgencias del Hula para ser sometido a una revisión exhaustiva especialmente por su delicado estado de salud.

"Queimouse todo e o que non se queimou, quedou estragado polo fume. Os danos quizais poden ser de 80.000 ou 90.000 euros. Non sei, o seguro xa o dirá. Menos mal que se apagou axiña que se non, podíase facer unha moi gorda", explicaba el yerno de Manuel Díaz, que se trasladó hasta la vivienda tan pronto como fue advertido de lo que sucedía. Este ha sido el tercer incendio importante que se produce en la provincia de Lugo en lo que va de semana, después del primero, el lunes, ocurrido en Pantón, y del último, el martes, en San Simón da Costa, Vilalba, en el que fallecieron tres miembros de una misma familia. 

El incendio de Fingoi se originó en torno a las seis de la tarde presumiblemente cuando Manuel Díaz se disponía a encender la estufa de butano con la que se calentaba. Se desconoce lo que pudo haber sucedido para que se produjese el incendio, aunque se supone que una acumulación de gas pudo haber sido el detonante. Lo que sí les quedó claro a los bomberos es que el fuego se originó ahí, en la estufa de butano, que quedó totalmente carbonizada y que fue sacada al exterior por los efectivos allí trasladados. 

El fuego que salió de la estufa, situada en la entrada de la vivienda, se propagó rápidamente en la puerta de la casa, situada justo al lado, impidiéndole así la salida de la vivienda a Manuel Díaz. Además, las llamas también afectaron al cuadro eléctrico de la vivienda dado que el contador se encontraba también justo al lado de la puerta. 

Estos hechos motivaron que Manuel Díaz huyese, totalmente asustado, hacia el patio trasero de la casa, desde donde comenzó a gritar pidiendo auxilio a los vecinos. Esa fue su primera y única reacción al suceso ya que, al final, fue el vecindario quien, al oír y ver lo que sucedía, llamó a la Policía Nacional y este cuerpo avisó a los bomberos.

Los efectivos policiales, que llegaron antes que los bomberos, comenzaron a extinguir el fuego con un extintor para poder introducirse en la vivienda. Desde allí, según testimonios vecinales, emplazaban al morador de la vivienda a que se metiese en una caseta, que hay dentro del patio, para evitar respirar el humo tóxico que emanaba de las llamas. Sin embargo, Manuel Díaz no los oyó como tampoco oyó el teléfono al que no cesaban de llamarlo algunos vecinos para decirle lo mismo que le estaba diciendo la Policía Nacional.

"Non soubo reaccionar. Iso foi o que lle pasou, quedou no patio e pediu auxilio pero nada máis. Fomos os veciños os que chamamos á Policía e foron os policías os que o sacaron do patio. Se non, el, de por si, non saía", afirmaba una vecina.

El incendio no afectó a ninguna de las viviendas colindantes gracias a la rápida intervención de los efectivos de emergencias. Aun así, el suceso causó alarma en el barrio y fueron varios los vecinos los que se trasladaron al lugar de los hechos para ver lo que sucedía y echar una mano.

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