"Tengo ganas de que se acaben los éxamenes"

Buena parte de los alumnos que han hecho las pruebas de evaluación diagnóstica de sexto de primaria dicen que no se pusieron nerviosos, pero que son cansadas y quieren que terminen ► Cree que las evaluaciones mejoran el sistema educativo, pero no obvia que "centos" de padres dejaron a sus hijos en casa
Alumnos en una aula del colegio Rosalía de Castro de Lugo este jueves
photo_camera Alumnos en una aula del colegio Rosalía de Castro de Lugo este jueves

"Tengo ganas de que se acaben". Pablo, alumno de sexto de primaria de un centro de Lugo, se refiere a las pruebas de evaluación diagnóstica que se desarrollan esta semana y que ha hecho desde el primer día. En su colegio apenas hubo bajas y él, asegura, se enfrentó a este proceso sin nervios, salvo en la prueba de Matemáticas, que le pareció "difícil" y no le dio tiempo a acabar. Le quedaron varias preguntas sin responder.

Su apreciación sobre los distintos ejercicios es desigual: "El de Lengua y el de Sociales y Naturales me parecieron fáciles", pero no así el de Matemáticas, y el de Inglés, que cierra este viernes la evaluación, también le impone: "Creo que va a ser bastante difícil", confiesa. Todos ellos, menos el de lengua extranjera, los prepararon con anterioridad a lo largo del curso, pero los ejercicios de prácticas eran más fáciles que los reales. Este jueves, a falta de un día para dejar zanjada esta ‘reválida’ , confesaba que estaba "un poco cansado".

A Clara y sus compañeros de clase, que hicieron las pruebas en otro centro en el que se llegó a un 90% de ausencias, también le pareció largo y complicado el de Matemáticas. Añade, además, el de expresión escrita en Lengua Castellana y Literatura, porque no le dio tiempo a escribir los dos textos que les pedían en los 25 minutos que les concedieron. Sin embargo, en el de Lingua Galega e Literatura, que presentaba una estructura similar y también tenían que hacer ejercicios de composición, sí lo pudo acabar en tiempo. Le sirvió de mucho, asegura, la experiencia del primer día, como ya sabía que el tiempo era muy justo se dio más prisa.

En el de Ciencia y Tecnología, que se desarrolló este jueves, el principal problema que encontraron fue que algunas preguntas se correspondían con una parte del temario que todavía no habían dado, así que no pudieron responder.

A Clara sus padres le dieron la opción de quedarse en casa, pero ella prefirió ir porque no tenía muy claro qué repercusión tendría no hacerlo. Asegura, igual que sus compañeros, que no se puso nerviosa, pero sí reconoció, como Pablo, que tiene ganas de que se acaben estos exámenes y vuelva la rutina.

En el caso de David, alumno de un centro concertado, el cansancio y el hartazgo del primer día fue tal que ayer dijo en casa que prefería no volver a tener que pasar por eso. "Es un peñazo, un rollo y no vale para nada", argumentó ante sus padres. Sin embargo, las objeciones no le sirvieron de nada porque, aunque en su casa no están de acuerdo con estas pruebas, sus padres trabajan y no tienen a nadie que pueda hacerse cargo de él. Este viernes, con la prueba de lengua extranjera, se acaba el "peñazo".

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