Héctor Pérez y Paulo Ribeiro han logrado el objetivo que se propusieron cuando decidieron viajar a Ucrania para ofrecer transporte a personas huyendo de la guerra. "Ya tenemos seis plazas ocupadas", explicó esta mañana Héctor, después de recoger a una familia a la que trasladarán a Madrid para que se reúnan con otra familiar que reside en la capital española.
"Son una mujer de unos 75 años, una mujer de unos 45, su hija que tendrá mi edad más o menos, y tres niños de 6 o 7", explica y lamenta no poder comunicarse con ellos a causa del idioma.
Este vecino de Castroverde está satisfecho de haber logrado su propósito de echar una mano, pero solo parcialmente. "Solo me quedaré contento cuando consiga llenar las dos plazas que nos quedan", dice rotundo, mientras conduce hacia la frontera con la esperanza de encontrar allí a dos personas que deseen viajar a España.
