Tapas, antibalas y pétalos en La Esperanza

Cientos de personas siguieron, un año más, la procesión más multitudinaria tanto en la calle como asomados a balcones o desde la muralla, en una jornada en la que la Armada y el Concello renovaron su vínculo de hace 65 años

Procesión de la Virgen de la Esperanza. SEBAS SENANDE
photo_camera Procesión de la Virgen de la Esperanza. SEBAS SENANDE

Un espeso silencio y varios móviles desde las alturas -para no sacar tantas cabezas- abrían este lunes el paso de la procesión de La Esperanza allí por donde iba, tanto a su salida, en la iglesia de A Nova, como al cruzar las puertas de Campo Castelo o de Bispo Odoario. A los lados, cientos de personas observaban la procesión y sus protagonistas, tanto en la calle como en la muralla o los balcones, desde el que algunos lucenses lanzaron pétalos al paso de la Virgen.

Veinticinco costaleros, con capucha verde, cargaban el primero de los pasos de la cofradía, con Jesús al pie de un olivo. Detrás, iba La Esperanza, envuelta en rosas y liliums blancos, a juego con los farolillos, también de luz led del mismo color. La imagen caminaba a hombros de efectivos de la Armada, secundada por las autoridades civiles -la alcaldesa, Lara Méndez; el subdelegado del Gobierno, Ramón Carballo, y el presidente de la Diputación, Darío Campos, además de varios concejales- y los músicos de la banda de la Armada. Junto a ellos, los infantes, desfilando al ritmo de los tambores y marcando paso con las suelas de los zapatos. "¡Menudas tapas tienen que tener!", decía uno de los asistentes.

Parada militar ante el Consistorio en la procesión de la Virgen de la Esperanza. SEBAS SENANDELa comitiva era vigilada por varios efectivos del Ejército de Tierra con chalecos antibalas -tanto en el medio como en la cola de la comitiva- para tratar de evitar cualquier posible ataque terrorista.

La Virgen fue acompañada también por numeroso público, que se unía a la procesión detrás de los pasos. A la cabeza, había una joven descalza, que portaba varias velas. Tras su recorrido por el centro, la procesión finalizó con el tradicional canto de la Salve Marinera detrás del concello.

ACTO. El Ayuntamiento y la Armada de Ferrol renovaron, también este lunes, el vínculo que une a estas dos instituciones desde hace 65 años con motivo de la participación de la Armada en la procesión de La Esperanza.

La alcaldesa y el almirante jefe, Antonio Duelo Menor, presidieron la parada militar en la Praza Maior, donde hubo también un homenaje a los caídos. Seguidamente, la banda de la Armada interpretó varias marchas militares.

Durante el acto, Lara Méndez recordó que el pleno del próximo 2 de abril estudiará la solicitud de declaración de la Semana Santa lucense como Festa de Interés Turístico Galego.

Comentarios