Taladran el atrio catedralicio para anclar unos carteles

Recién restaurado, fue horadado con motivo de una prueba ciclista
Uno de los agujeros en el atrio restaurado. XESÚS PONTE
photo_camera Uno de los agujeros en el atrio restaurado. XESÚS PONTE

El pavimento recién restaurado del atrio de la catedral sufrió este jueves daños al ser taladrado para anclar al suelo elementos promocionales de la vuelta ciclista O Gran Camiño.

Ironías de la vida, la prueba deportiva busca teóricamente promocionar el patrimonio histórico, pero arrancó con una actuación que provocó indignación en el mundo de la cultura cuando se descubrió que se estaba picando el suelo del atrio de la basílica lucense, un bien declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

El suelo del atrio, sometido a una profunda restauración el año pasado para hacerlo accesible porque el piso era muy irregular, está considerado un bien histórico.

Además de que el subsuelo de ese espacio guarda una riqueza arqueológica aún por descubrir, se considera que el del atrio es uno de los pocos pavimentos artesanales que quedan en la ciudad. Ese hecho hizo que la obra de restauración estuviera muy vigilada. Las piedras son de tamaño irregular. Las hay de 45 centímetros de ancho y 1,20 metros de largo.

Aunque es probable que el atrio fuera sometido a algunos arreglos a lo largo de su historia, en esencia se conserva tal y como lo construyó el gran arquitecto Ferro Caaveiro a finales del siglo XVIII, con una gran bancada alrededor, ya que se concibió no solo como una parte relevante del acceso a la catedral sino como espacio de encuentro social. Como parte del templo, el atrio es Bien Mundial y está situado justo enfrente a otro, la muralla.

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