La tala de 40 árboles en 500 metros de ribera cambia la imagen del río Miño

La Confederación Hidrográfica calcula que se retirarán unos 40 metros cúbicos de madera

Retirada de árboles del río Miño. XESÚS PONTE
photo_camera Retirada de árboles del río Miño. XESÚS PONTE

La ribera del río Miño entre la escuela de piragüismo y la potabilizadora cambia estos días su imagen frondosa por una de ribera más abierta a raíz de la tala de unos 40 árboles muertos o en estado decrépito que está acometiendo la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil.

Los trabajos, que afectan a un tramo de 500 metros de ribera, prevén la retirada de unos 40 metros cúbicos de madera del cauce. Se trata, según fuentes de la Confederación, de unos 40 árboles de los que 37 de ellos son alisos, una especie que está afectada por la plaga Phytoptora alni, el hongo que ha provocado la muerte de cientos de árboles en los últimos años y que ha generado consecuencias medioambientales y daños en infraestructuras.

La plaga apareció a comienzos de esta década y, hasta ahora, se han realizado fundamentalmente actuaciones preventivas como la corta de árboles que acomete estos días la Confederación. Esa acción ha supuesto en muchos puntos un cambio radical de los paisajes ribereños, perfectamente apreciable en la capital en los últimos años.

A diferencia de otras actuaciones, el ente que gestiona el Miño en esta ocasión ha optado por hacer un tala importante, algo que se asegura que llevaba tiempo sin ejecutarse. Para ello se ha procedido a realizar una contratación a mayores de efectivos para acometer los trabajos de retirada de la madera con diferentes medios y utilizando incluso lanchas a motor para arrastrar troncos y ramas de una orilla a otra del río en una zona de difícil acceso para la maquinaria forestal.

En las labores, primero se realizan las talas de aquellos ejemplares que están rotos o con riesgo de caerse, para luego arrastrar la madera desde la margen izquierda hacia la derecha, en un tramo de aproximadamente 300 metros. En la margen izquierda en un tramo de 170 metros, debajo del puente de la N-640, los arrastres se realizan mediante cableado desde la misma orilla, a la que acceden los operarios utilizando una finca particular.

Para la ejecución de los trabajos, que se realizarán hasta el próximo 1 de julio y entre las 8.00 y las 14.00 horas, se movilizan a dos brigadas compuestas por 3 operarios cada una y 2 operarios más que se ocupan del manejo de sendos tractores con cabrestante, además del personal técnico que supervisará las medidas de seguridad. Por la complejidad de los trabajos, se acotó una zona de 487 metros en la que se prohibirá toda práctica de actividades acuáticas.