La supresión del bus a Vigo perjudica a A Ulloa e indigna a los viajeros

Los servicios son más caros, los vehículos peores y hay vecinos que no llegan a tiempo a Lugo

Viajeros tomando este viernes los buses con destino a Vigo y Pontevedra, que sirven también a A Ulloa. SEBAS SENANDE
photo_camera Viajeros tomando este viernes los buses con destino a Vigo y Pontevedra, que sirven también a A Ulloa. SEBAS SENANDE

La ciudad se ha quedado sin autobuses diarios a Vigo. La supresión del servicio ha causado indignación entre los viajeros, pero el malestar no se limita a los pasajeros con destino a la ciudad olívica, con la que ya solo habrá conexión los viernes, sino que se extiende a todos los que se han visto afectados por una reorganización de horarios y servicios que afecta mucho, por ejemplo, a los vecinos de A Ulloa.

Los cambios, recién implantados, desembocaron este viernes en una situación de confusión en la estación de Lugo. Así, los empleados de Monbus tuvieron dificultades para indicar a los viajeros a la provincia de Pontevedra cuál era su transporte. Tenían que coger el bus grande los de Vigo y los de Pontevedra uno más pequeño.

"No puedes irte los jueves", comentaba la estudiante viguesa Ana Pérez. La reducción de horarios le ha afectado directamente, ya que no tiene clase los viernes. Antes podía coger el autobús de la tarde a Vigo un jueves y llegar antes a casa. Si quiere volver antes tendrá que hacer transbordo en Pontevedra y pagar otro billete.

Irea Viñas: "El bus es ahora más incómodo y pequeño y el vieja resulta más caro, por lo que todo son inconvenientes"

A su amiga Verónica Alfaro no le afecta tanto el horario, pero sí el precio. El autobús es más caro, 17,35 euros, y no pueden comprar el billete de ida y vuelta, solo de ida, un cambio que se nota en el bolsillo.

Los viajeros a Pontevedra también notan los cambios. Irea Viñas estudia en Lugo y vuelve todos los fines de semana a su casa. El autobús es ahora más caro, de 26 euros a 30 euros ida y vuelta. El vehículo es también más pequeño e incómodo.

Vicente Travieso tuvo que salir este viernes antes de su trabajo para coger el autobús que le lleva a O Grove todas las semanas. El bus sale ahora a las 19.00 horas y no a las 19.30 horas, una diferencia pequeña pero importante, decía.

Vicente Travieso: "He tenido que salir antes del trabajo. Antes con el bus de las 19.30 horas llegaba, aunque fuese justito"

Los cambios en el servicio de transporte afectan mucho a los usuarios de A Ulloa. Robustino Taboada, de Antas, contaba el viernes el caso de su hija Ana, que ha visto trastocada su vida de estudiante. La chica estudia en el Politécnico y todas las mañanas cogía el autobús en Monterroso para entrar a las 8.30 horas en clase. "Ahora tengo que desplazarme para llevarla a Lugo personalmente o a Taboada para coger el autobús", explica el padre. Si la situación continúa así tendrá que meditar si sale más rentable que Ana se mude a un piso en Lugo.

El alcalde de Antas de Ulla, Javier Varela, ya ha tenido quejas de algunos vecinos. Para él ha sido una sorpresa la reducción de horarios, ya que no aparecían en lo que se les enseñó del nuevo plan de transporte. El director general de Mobilidade les comunicó que se buscaría una solución, aseguró.

Miguel Río, alcalde de Monterroso, recibió quejas por el bus de primera hora de la mañana. También se sorprendió con los cambios que no aparecían en el plan que les presentó la Xunta.

Trabajadores y vecinos del entorno de Lugo se quejan de los horarios de la línea a Monforte
No solo hay usuarios descontentos por los cambios en la línea de Pontevedra y Vigo. Así, residentes en el entorno de la capital también se quejan del empeoramiento del servicio en la línea a Sarria y Monforte.

El pasado mes de agosto la Xunta y Monbus firmaron un nuevo convenio respecto a la línea entre Lugo y Monforte, pasando por Sarria. En ese momento comenzaron los problemas para vecinos de Santa Comba, Maceda, A Pobra de San Xiao y Paradela, señalan.

"Se incumplen los horarios", explica Ana Álvarez. Esta vecina de Santa Comba se ha visto afectada en su vida laboral por la situación.

"Yo he perdido horas de trabajo", comenta Álvarez, que además añade que otros vecinos encuentran dificultades para cumplir sus horarios o poder ir al médico. El último bus sale a las 18.35 horas, con lo que no coinciden con las jornadas de trabajo.

Los vecinos unieron fuerzas para reclamar a la Xunta más frecuencia en agosto. La administración contestó en diciembre y mostró el convenio en el que sí se establecían paradas y horarios que ellos pedían.

Se ha abierto un expediente a la empresa de transportes por incumplir su parte del convenio, dicen, pero los usuarios temen que sea una sanción económica sin consecuencias. "Ha pasado un mes y sigue todo igual", afirma.

Los vecinos se quejan de falta de control a la empresa y se lamentan del impacto que el servicio les causa en su vida diaria. Gran parte de los afectados son gente de entre 20 y 65 años que tienen que organizar su vida en función de un servicio que ven deficiente. En la actualidad se encuentran recogiendo firmas para cambiar la situación.