El Tribunal Supremo ha rechazo el recurso que había interpuesto el Club Fluvial de Lugo contra la sentencia que le obligaba a devolver al estado primitivo parte de la zona de aparcamiento en la que intervino en su momento.
La Confederación Hidrográfica del Miño-Sil había sancionado a la entidad por hacer obras sin autorización e invadiendo dominio público hidráulico y el caso llegó al juzgado. El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) le dio la razón a la CHMS, pero el Club recurrió y ahora vuelve a perder.
La consecuencia es que podrá legalizar solo una parte de las intervenciones realizadas y el resto de la zona tendrá que volver a su estado original.