"Os soños cúmprense. Soñei moitas veces con tocar nesta praza, na miña segunda casa". Con estas palabras arrancó el concierto de Vizcaíno, hermano de Lucía Pérez, en una abarrotada Praza de Santa María. Acompañado por una banda compuesta por dos guitarras, percusión, violín y contrabajo, a Vizcaíno no le tembló la voz pese a ser su debut en un lugar tan carismático como es el entorno de la catedral.
Sentado sobre una silla, Vizcaíno escoltó su rasgado cantar con una guitarra y una harmónica que utilizó para interpretar sus profundas composiciones. Después de seis temas de sus dos discos apareció su hermana, Lucía Pérez, para interpretar a dúo Sete chorares, una canción compuesta por Vizcaíno que habla de la emigración gallega y que arrancó una sonora ovación del auditorio.
Tras una hora de concierto llegó el turno de Lucía Pérez, que se encuentra en plena gira de presentación de su nuevo disco, 15 soles, un álbum que conmemora sus 15 años en el mundo de la música. La eurovisiva recogió el testigo de su hermano para trasladar a los asistentes las nuevas letras y sonidos de su último trabajo, una obra en la que colabora con artistas como Chenoa, Rosa Cedrón, Susana Seivane, Tonhito de Poi y, por supuesto, su hermano Vizcaíno, y que está compuesta íntegramente en gallego.
Las tablas de Lucía Pérez se notaron desde su primera canción. Es la cuarta vez que actúa en San Froilán, tercera en la Praza de Santa María. La artista de O Incio agradeció llenar la plaza "malia que mañá hai que madrugar" y deleitó a sus seguidores, cientos de ellos, con una selección de canciones de su último disco y de sus grandes éxitos, entre los que no faltó Que me quiten lo bailao.
