Un sueño hecho material

La Sociedad Española de Materiales (Sociemat) acaba de reconocer como mejor trabajo fin de carrera el de la lucense Claudia Vázquez Sanz, que disfrutó de una beca en la mejor universidad de ingeniería del mundo, el MIT de Boston
Claudia Vázquez delante del MIT de Bostón. EP
photo_camera Claudia Vázquez delante del MIT de Boston.

CLAUDIA VÁZQUEZ parece estar fabricada con los mejores materiales: una sólida educación, pasión por lo que hace y trabajo. El resultado es un título de Ingeniería de Materiales por la Universidad Politécnica de Madrid, una beca en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) y un trabajo de fin carrera reconocido como el mejor de su promoción por la Sociedad Española de Materiales. Un gran empujón y "una gran alegría por el reconocimiento que supone a mi esfuerzo", explica desde Madrid, donde completa su formación con un máster sobre ingeniería de la seguridad y la movilidad en el Icai.

La Sociemat la ha premiado con 600 euros y la publicación en su revista de un resumen de su trabajo, "Nuevos carburos cementados para máquinas de herramientas: caracterización mecánica y microestructural en función de la temperatura". Se trata, detalla esta lucense de 23 años, de "un análisis microestructural y mecánico con la temperatura para materiales para herramientas de corte".

Claudia se decantó por el bachillerato tecnológico porque su padre es ingeniero y su madre, profesora de ciencias

Claudia estudió primaria en el colegio La Milagrosa y la Eso y el bachillerato en el San José. Sus padres fueron fundamentales en su elección, como reconoce agradecida: "Hice el bachillerato tecnológico, mi padre es ingeniero industrial y mi madre es profesora de Matemáticas, Física y Química. Yo iba a hacer ingeniería y diseño industrial, pero la escuela en Madrid me decepcionó. Mi madre me animó mucho a hacer ingeniería de materiales porque me gustaba la Química y la Física. Es una carrera muy nueva en España, los primeros años son muy duros pero en el último año hay más asignaturas optativas y te enfocas más a la rama que te gusta. Yo me enfoqué a biomateriales, aunque he hecho un poco de todo".

De hecho, en el MIT de Boston se dedicó a los materiales funcionales, que son los que se utilizan en los procesadores de los ordenadores y la inteligencia artificial. Llegó a la que está considerada la mejor escuela de ingeniería del mundo, en Cambridge, becada por la Politécnica. Allí estuvo desde septiembre de 2019 hasta marzo pasado, cuando la pandemia de covid le obligó a interrumpir su estancia y regresar a España. No ha podido volver porque ahora no dan visados, pero no olvida que "estar en la beca en el MIT fue una oportunidad increíble. Estaba allí no me daba cuenta de lo importante que era y las oportunidades que te dan porque lo extraordinario es normal. Me ayudaron un montón y aprendí a manejar muchas máquinas para el análisis, los profesores son muy dedicados".

No obstante, Claudia asegura que está muy contenta con el máster que estudia actualmente, "enfocado a movilidad eléctrica, como vehículos o coches autónomos. Vemos proyectos para estudiar cómo se va a llevar el cinturón el coche autónomo, simulaciones de accidentes de coches...".

Una formación que le permitirá buscar un hueco en campos llamados a marcar el paso de la industria, como "la biomecánica, ingeniería industrial, coche eléctrico, cómo adaptar las ciudades, energía limpia, baterías...". No obstante, casi da por asumido que tendrá que volver al extranjero para buscarse la vida, porque "en España se invierte poco en investigación y ciencia", el material del que está hecho el futuro.

"Animo a todas las chicas a que estudien carreras de ciencias"

Claudia Vázquez, reconoce, sigue siendo una excepción en la carrera que eligió, Ingeniería de Materiales. No solo en España, «sino en todo el mundo, la masculinización es la regla general». Durante la carrera, los chicos eran aplastante mayoría, este año en el máster de Icai en una clase son dos chicas y en la otra tres, y en Boston su equipo de investigación era de 11 personas y solo ella era mujer. "Cada vez hay más y me alegra, pero hay un déficit de mujeres. Por eso animo a todas las chicas que estén haciendo el bachillerato a apostar por las carreras de ciencias. Hay que emponderar a la mujer en este sector".

Rozas
Con su cabeza todavía muy lejos de poder regresar no solo a Lugo para trabajar, sino de conseguir siquiera un buen empleo en España, Claudia asegura sin embargo que "los drones tienen muchísimo futuro. En Boston me encontré con dos chicos de Lugo, uno de Sarria que estaba con la misma beca que yo y otro que llevaba casi 10 años allí trabajando y está en el tema de los drones".

Por ello se interesó por el proyecto que se está desarrollando en Rozas, "que está muy chulo, tengo a dos amigos trabajando allí y está muy bien todo lo que me cuentan".

No obstante, de momento tendrá que conformarse con volver a Lugo en verano a disfrutar de A Mariña.

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