La Policía pilla a cinco personas de cuchipanda en un furancho de Lugo

Los agentes los identificaron en un local de comidas sin licencia en el barrio de Casás y les ordenó regresar a casa
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photo_camera El furancho está en el barrio de Casás. AEP

Las noches de los fines de semana son propicias para que las pandillas salgan a tomar un vino o cenar. Pero hacerlo en pleno estado de alarma, mientras que hay ciudadanos que cumplen el confinamiento a rajatabla por el interés general, es una irresponsabilidad. Eso es lo que sucedió en la noche del pasado viernes en la capital lucense.

Dos dotaciones de la Policía Nacional sorprendieron a cinco lucenses que estaban de comilona en un furancho situado en el barrio de Casás.

Los agentes estaban de patrulla cuando, alrededor de las nueve y media de la noche, les sorprendió la presencia de varios vehículos aparcados en una explanada próxima a una vivienda unifamiliar que tiene un anexo acondicionado como comedor.

Esta infracción grave les supondrá una multa de 601 a 30.000 euros, la mitad por pronto pago

Los policías identificaron al dueño y a otras cuatro personas, a las que ordenaron que se marchasen para sus domicilios. A priori se trata de una infracción grave que les acarreará una sanción de entre 601 y 30.000 euros a cada uno. El importe que le impongan se reduce a la mitad por pronto pago. 

Al parecer esta vivienda unifamiliar del barrio de Casás tampoco dispone de licencia para servir comidas, como lleva haciendo desde hace años. 

Este caso ha hecho aflorar la existencia de furanchos en Lugo, un local de comidas propio de las Rías Baixas.

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