Un clic en internet basta para descubrir el sonido de las campanas más singulares de los caminos Francés y Primitivo. Xesús Álvarez Lozano está detrás de ese proyecto del que ahora se puede disfrutar en la página web badaladas.gal, constituyendo la primera catalogación que se hace de este patrimonio cultural en estas dos rutas jacobeas en Galicia.
Realizado al amparo del programa de la Xunta O Teu Xacobeo, el estudio llevó a Álvarez Lozano a un intenso recorrido geográfico, histórico y hasta sentimental, durante dos años, en el que se encontró con los pocos campaneros que siguen aún en activo en la provincia, todos hombres ya mayores, como Victorino Regueiro, en San Vicente do Burgo; Jaime López Lamas, en San Román da Retorta, o Julio Fernández Pin, de A Fontaneira.
Quedan pocos porque las campanas han perdido gran parte de su función. Fueron un medio de comunicación esencial, que servía no solo para convocar a oficios religiosos o dar la hora, sino también para misiones tan importantes como dar la señal de alerta en momentos de peligro, como cuando se desataba un incendio. Pese a caer en desuso, todavía hay vecinos capaces de reconocer los sonidos de las campanas, sobre todo el toque que avisa de la muerte de alguien o los redobles que anuncian la fiesta patronal.
Pero tras las campanas no solo hay memoria. También hay patrimonio y hay música. Álvarez Lozano, que también es músico, no pasó por alto ese aspecto. Dice que algunas de O Cebreiro están entre las que mejor suenan del Camino, como la grande de Padornelo.
Álvarez Lozano se encontró con algunos de los últimos campaneros, como los de A Fontaneira, O Burgo o San Román da Retorta
Las campanas permiten también todo un recorrido por la historia, ya que muchas llevan siglos de comunicación con el entorno. La más antigua de las datadas está en la catedral de Lugo. Es la de Las Horas, de 1577, que forma parte de un conjunto espectacular, de diecisiete campanas, en el que la más conocida es La Froilana.
Muy antiguas son también la pequeña de Padornelo, de 1615, o la de Ferreiros, en Paradela, de 1688, explica el estudioso.
"Pódese facer unha ruta sonora das campás no propio Camiño", dice Álvarez Lozano, miembro de la asociación Campás e Camiños, que a título personal confiesa cierta debilidad por la más antigua, la de Las Horas de la catedral de Lugo, cuyo emplazamiento quita el aliento con las espectaculares vistas de la ciudad que hay desde la torre del campanario.
El estudio se ha centrado en 80 campanarios y 191 campanas y detrás de cada una hay una historia, que muchas veces ha quedado grabada. Y es que en la mayoría hay inscripciones, que suelen incluir la fecha de fabricación pero también símbolos, como la efigie de algún santo. Santa Bárbara es la figura más habitual, cuenta Álvarez Lozano, que relata que los fabricantes cuya marca está más presente son José María de la Sota, con taller en Lugo; Blanco, de Monforte, o Liste, de Brezo.
La página web incluye los sonidos de las campanas de las iglesias y capillas del Camino Primitivo y Francés en Galicia, además de las de las catedrales de Lugo y Santiago y varias casas consistoriales.
Tras recoger la historia, sonido y singularidad de las campanas de los caminos, Xesús Álvarez mantiene aún abierto su proyecto y planea hacer música combinando esas campanas que marcaron la vida de tantos lucenses.
