"Solo te preparan para un embarazo a término, no para un niño prematuro"

Iria López, madre de Iago que nació a la semana 30, regala a la unidad de Neonatos del Hula bodies que confecciona en su empresa Bebé Ratón
Iria López, junto a personal de la unidad de Neonatos del Hula, tras donar los bodies. EP
photo_camera Iria López, junto a personal de la unidad de Neonatos del Hula, tras donar los bodies. EP

Iria López Silva tenía un embarazo "completamente sano y completamente normal" en el que nada apuntaba que no fuese a llegar a término. Sin embargo, en la semana 30 acudió al hospital para consultar por unos pequeños pinchazos que sentía y su situación dio un vuelco. El bebé tenía un ladido errático y la ingresaron para una cesárea de urgencia.

"Nadie te prepara para algo así. Solo te preparan para un embarazo a término, para empujar, respirar... pero también deberían prepararte para tener un niño prematuro porque es una posibilidad que también existe", asegura.

Ella, que no lo había contemplado, se quedó "en shock". Los primeros tiempos son duros, singularmente las primeras 24 horas, según asegura. "No es fácil ver a tu hijo en una cajita de cristal, que te den el alta y tú te puedas ir a casa y él se tenga que quedar", cuenta. La primera impresión de la unidad de Neonatos, donde "todo pita", sobrecoge,

Sin embargo, con el tiempo la situación va cambiando, según Iria, en gran medida por la dedicación del personal de la unidad de Neonatos del Hula. "Te dejan participar en absolutamente todo lo que tiene que ver con tu hijo, cambiarle un pañal, darle el biberón... Si le puedes dar el pecho, ya que la lactancia materna es importante siempre pero en estos niños es oro, tienen asistentes de lactancia que te ayudan. Se vuelcan", explica.

Iria y su pareja pasaron las navidades prepandémicas en el hospital. Recibieron el alta en febrero y en marzo se confinaron, como toda España. Fue en ese momento cuando se abrió una cuenta de Instagram "en la que entonces no colgué ni una sola foto" y cuando empezó a hacer ropa para Iago.

Para mayo, cuando se permitieron los primeros paseos, comenzó a compartir sus confecciones en la red social y a recibir mensajes de otras madres preguntándole si vendía esto o aquello. Buscaba un trabajo que le facilitara la conciliación, que le permitiera pasar tiempo en casa con su hijo, y lo consiguió así. Ahora tiene 10.000 seguidores y una tienda online en la que trabaja la pareja y otra persona y que vende a toda la península y Portugal.

Todos los años diseña un body de recién nacido, una prenda solidaria y, con cada uno que vende, dona otro a la unidad de Neonatos del Hula. Los de este año, que entregó ayer, llevan por lema ‘Nacido para ser grande’. Su empresa se llama Bebé Ratón precisamente por una enfermera de la unidad, que acostumbraba a llamar cariñosamente ratón al pequeño Iago.