"No solo se pierde al ser querido, sino también el entorno que se tenía antes"

Ana Regueira, directora de Alume, explica cómo tratar de encajar la muerte autoinfligida de un ser querido 
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photo_camera Ana Regueira, directora de Alume. SEBAS SENANDE

La dificultad de hablar de que un familiar se ha suicidado es patente para muchos supervivientes casi desde el principio. La directora de Alume explica que, según algunos estudios, son hasta seis las personas que se ven profundamente afectadas por la muerte autoinfligida de un ser querido. Por ejemplo, en el caso de una persona adulta puede tener consecuencias para su pareja, sus hermanos, sus hijos, las parejas de sus hijos y sus nietos.

Indica que los participantes en el programa explican que no encuentran la manera de abordar con la gente que les rodea lo que ha pasado, ya que muchos cambian enseguida de tema o directamente nunca lo vuelven a tocar, evitando referirse al suicidio e incluso haciendo todo lo posible para no pronunciar esa palabra. Perciben que producen incomodidad en su grupo habitual y se sienten culpables. "Tras un suicidio no solo se pierde a un ser querido sino también el entorno que se tenía antes. Son muchas las pérdidas que se producen con un suicidio. Es un tipo de duelo complejísimo, en el que muchas personas necesitan de un apoyo extra para que no se convierta en patológico, para que no se vean ellas afectados por un trastorno mental", apunta Ana Regueira.

Una necesidad. La idea de que Alume pusiera a funcionar un programa así surgió ante la evidencia de que no existía algo así en Lugo, pero también porque forma parte de la razón de ser de la asociación. "Alume nació para dar respuesta a la necesidad de las personas con problemas de salud mental y también las de sus familias, que no sabían cómo enfrentarse a una situación complicada y nueva para ellos. Con el suicidio ocurre exactamente lo mismo", según apunta Ana Regueira.

Para dar a conocer el programa a aquellos que se pueden beneficiar de él, Alume contactó con los forenses, que se mostraron dispuestos a colaborar. Al ser profesionales que prestan servicio en todos los casos de muerte autoinfligida y se relacionan en esos momentos con los familiares presentes están en disposición de informarles de la existencia del programa para que acudan si lo necesitan.

El dispositivo está abierto a todo superviviente de suicidio, reciente o lejano en el tiempo, que lo pueda precisar. Puede contactar con Alume en el 982 251602.

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