Solo la mitad de citados fueron a los vacunódromos a recibir la cuarta dosis

El Hula registró un goteo espaciado de mayores de 85 años, acompañados por familiares, para su doble inmunización. La mayoría de los que se trasladaron al hospital reconocían preferir haber acudido al centro de salud como antes.
Pasillo del punto de vacunación del Hula, este viernes. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera Pasillo del punto de vacunación del Hula, este viernes. VICTORIA RODRÍGUEZ

La administración de la cuarta dosis de la vacuna contra el covid a los mayores de 85 años comenzó este viernes con una asistencia de solo la mitad de los convocados. Muchos de los citados optaron por no acudir por lo que serán repescados para recibir la inyección en los centros de salud de cabecera.

En total, en los tres puntos de vacunación del área sanitaria estaban citados 5.886 mayores: en el Hula, 1.962; en el Hospital da Costa, 528, y 483 en el IES Río Cabe en Monforte.

La renuncia a la cita era palpable en la cuarta planta del Hula, donde no se vivió nada parecido a las habituales colas de otras campañas previas. Lo de este viernes fue un goteo muy espaciado de mayores de 85, todos acompañados de sus familiares, y con el mensaje unánime de que, aunque encontraban la organización del hospital muy eficiente, hubieran preferido acudir al centro de salud como hicieron con las dosis anteriores.

"Vivimos en A Campiña, muy cerca del hospital. No es porque nos quede lejos pero es mucho más cómodo ir al centro de salud. El nuestro es el de Sagrado Corazón. Allí ya conocen a mi madre y nos hacen el favor de salir al coche a ponerle la vacuna. No tiene ni que bajarse", explica María Jesús Corredoira, que este viernes recurrió a una silla de ruedas del hospital para acercar a su madre, Pilar Lugilde, de 95 años, al punto de vacunación.

Carmen Peón, de 90, fue con su marido y su hija, que los acompañó a ambos. "Penso que podería vir soa ao hospital, pero si que é máis cómodo ir ao centro de saúde", aseguró. A Manuel Barreiro, de 92, le llevó su nieto. Le pareció que estaba todo bien organizado y que había sido muy rápido, pero "mellor en Palas, claro, que queda máis cerca que vir ao hospital".

Holanda Viña, de 86, fue con su hijo Guillermo, pero si la hubieran citado para su centro de salud hubiera ido sola a la Praza de Ferrol. "Me queda muy cerca de casa y voy andando", dice. También Carmiña Tenreiro, de 88, vive en el entorno del de San Roque y hubiera elegido vacunarse allí en caso de tener opción.

Dos vacunas, cada cuatro minutos

Esta campaña se organizó teniendo en cuenta el perfil del paciente que acudiría. Si habitualmente, en las convocatorias previas en los grandes centros de vacunación se citaba a persona por minuto, en esta ocasión se hizo cada cuatro minutos. Los problemas de movilidad o el hecho de tener que poner dos vacunas —ya que a todos se les ofrecía la de la gripe— podían hacer que necesitasen más tiempo.

También, como ocurre habitualmente, no se puso traba alguna a que acudiese alguien citado para otro momento si, por ejemplo, lo hacía para coincidir con su pareja y así no tener que trasladarse por separado. Aunque la inmensa mayoría de acompañantes llevaban descargado el código en sus móviles, a aquellos que no lo tenían se les proporcionaba en la entrada mostrando su tarjeta sanitaria o DNI.

Pese a las facilidades, no solo los convocados hubieran escogido su centro de salud de haber podido, también los acompañantes. Aunque muchos reconocían que, en cualquier caso, tenían que coger el coche para llevar a sus familiares, el centro de salud implicaba un trayecto más corto y a veces no tener ni que salir de él cuando se trata de personas con escasa movilidad. Una mujer de Cervantes comentó a una de las enfermeras lo largo que había sido el viaje para lo rápido que era el paso por el hospital.

Precisamente ahorrarse otro viaje es lo que llevó a muchos mayores a aceptar la oferta de la vacuna de la gripe para el brazo contrario al que recibían la del covid. "E que se teño que vir aquí poñer a do covid e despois teño que ir ao centro de saúd a pola outra, xa me dirás", decía Manuel, de 86, vecino de Lugo.

En otros casos, sin embargo, preferían retrasar la administración por temor a sufrir una doble reacción, aunque implicara otro traslado al centro de salud más adelante.

Críticas por la elección de los vacunódromos

La opción de vacunar en los grandes puntos de vacunación a los mayores de 85 fue recibida con numerosas críticas desde que se anunció. El BNG se quejó en el Parlamento de que se trataba una decisión que perjudicaba a los mayores, especialmente del rural. Más adelante, el presidente de la Diputación de Lugo, José Tomé, también denunció una medida que vio injusta, al igual que alcaldes como el de A Fonsagrada. El Concello de Antas acordó facilitar el traslado al Hula de los vecinos mayores de 85 para vacunarse.

La Xunta, por su parte, insistió en que el objetivo de la campaña es que se vacune cuanto antes ese segmento de población, más vulnerable al virus, y recordó que se volverá a citar a los que no acudieron en los centros de salud.

Fin de semana

Este sábado y este domingo continúan las vacunaciones de este grupo de edad, aunque con muchos menos citados. Para este sábado están convocadas en total 1.584 personas y, para el domingo, 1.449. El objetivo era vacunar a lo largo del fin de semana a 8.919 personas del área sanitaria. La administración de la vacuna anticovid seguirá la próxima semana.

Una vez que se acabe con este grupo de edad se empezará a convocar a los mayores de 60 años, así como al personal sanitario y sociosanitario para administrarles también una segunda vacuna de refuerzo o cuarta dosis.

Ocho mil niños en la población diana para la vacuna antigripal

Unos 8.000 niños lucenses de entre 6 y 59 meses forman parte, por primera vez, de la población diana de la vacuna antigripal, que se empezará a administrar el próximo lunes y cuya campaña se cerrará el 31 de diciembre. 

Esta inmunización fue recientemente incluida en el calendario vacunal infantil y se recomienda a los bebés y niños de ese grupo de edad para reducir complicaciones derivadas de una infección. 

Los niños son los primeros llamados a vacunarse, junto a los mayores de 85 años, las personas institucionalizadas y los trabajadores de esos centros, el personal sanitario, personal de emergencias y de oficinas de farmacia. 

A los mayores de 80 a 84 años se les solicitará que pidan cita en su centro de salud a partir del dçia 17 de este mes; a los de 70 a 79, desde el 31 y los de 60 a 69, desde el 7 de noviembre.

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