Solo uno de cada tres pacientes en parada cardiorrespiratoria llega con vida al hospital

Juanatey recuerda que iniciar la reanimación cardiopulmonar entre los primeros 3 y 5 minutos aumenta la supervivencia en un 50% ▶ La mayoría de paradas se produce ante testigos pero solo en tres de cada cinco casos inician las compresiones enseguida
Carlos González Juanatey.AEP
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"Lo más importante es empezar las compresiones cuanto antes", asegura el jefe de Cardiología del Hula, Carlos González Juanatey, con respecto a las paradas cardiorrespiratorias. Las distintas sociedades de cardiología consideran ese accidente cardiovascular un verdadero problema de salud pública. En España, por ejemplo, se produce una cada quince minutos. En Lugo se registran unas 200 anuales, de las que solo unos 70 pacientes llegan vivos con pulso al hospital. Para mejorar esa triste estadística, el doctor González Juanatey insiste en que la clave es actuar rápido.

La diferencia entre una intervención inmediata y otra que se posterga hasta la llegada de los

Guía de soporte vital básico
Guía de soporte vital básico.

servicios sanitarios es enorme. El 92% de las paradas ocurren en presencia de testigos; es decir, en la inmensa mayoría hay alguien que podría empezar la reanimación cardiopulmonar enseguida; sin embargo, solo en cada tres de cada cinco casos se hace. Comenzar las compresiones entre los tres y cinco primeros minutos desde que se produce el paro aumenta en un 50% la supervivencia del paciente.

Al contrario, por cada minuto que no se intervenga la posibilidad de supervivencia se reduce en un 10%. Si se deja al paciente diez minutos sin hacer la reanimación, entra en muerte cerebral. Incluso aunque se consiga que su corazón se vuelva a poner en marcha, el daño neurológico es irreversible.

El doctor Juanatey anima a todos a formarse en reanimación cardiopulmonar. Es más, al igual que muchas sociedades de su especialidad, defiende mayor contundencia a la hora de promover esa formación. "Lo ideal sería que formara parte del currículo educativo de los institutos, por ejemplo. En algunos países de Europa obligan a la población que quiere renovar el carné de conducir a hacer uno de esos cursos".

Insta a intervenir incluso cuando no se ha recibido formación formal alguna. "Siempre es mejor hacer algo que no hacer nada. Si no se ha hecho ningún curso hay que centrarse solo en hacer cien compresiones por minuto, no hace falta ventilar. Hemos tenido un caso en el que un niño, asistido por teléfono por el 061, logró hacer la reanimación a su madre", explica.

IMPACTO. La peor decisión es la de la inacción, que ocurre a menudo porque el testigo de una parada cardiorrespiratoria se ve abrumado e impactado por el suceso y prefiere esperar la llegada de los servicios sanitarios, que es justo lo que no debería hacer. El cardiólogo recuerda que la formación contribuye a dar seguridad.

Lo ideal, si se presencia una parada y hay alguna persona más, es que se compruebe si la persona está respirando y, si no lo está, se inicien las compresiones mientras otra llama al 112. Si se ha recibido formación específica se pueden hacer 30 compresiones y, entonces, dos ventilaciones, insuflando aire por la boca del paciente.

Si no es así, será suficiente con hacer las compresiones a un ritmo de cien por minuto hasta que lleguen los servicios sanitarios. Si es posible acceder a un desfibrilador, se debe coger el aparato y utilizar con el paciente en parada siguiendo las indicaciones del propio dispositivo. Estos están pensados para un uso no profesional por lo que resultan sencillos de utilizar.

El doctor Juanatey admite que cada vez hay más información y concienciación sobre la reanimación cardiopulmonar, pese a lo que los casos en los que nadie la inicia hasta que no llega el 112 siguen siendo comunes. "Se puede salvar una vida", insiste el jefe de Cardiología del Hula, para quien aprender a hacer reanimación y aplicarla llegado el caso supone "un compromiso social".

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