Solo el 5% de los contratos laborales iniciales firmados en 2017 fueron indefinidos

Aunque aumentó ligeramente la contratación con respecto a 2016, la temporalidad sigue siendo la tónica del mercado laboral, con un destacado peso de las relaciones contractuales de menos de una semana, el 36% del total

El sector servicios, con la hostelería al frente, es el que más mano de obra demanda en Lugo. XESÚS PONTE.
photo_camera El sector servicios, con la hostelería al frente, es el que más mano de obra demanda en Lugo. XESÚS PONTE.

El mercado laboral lucense recuperó cierto vigor en 2017 con un aumento de los contratos en relación al año anterior, pero la foto completa muestra un panorama en el que la temporalidad sigue siendo de lejos la tónica general. Según datos del Instituto Galego de Estatística, en 2017 se firmaron más de 104.000 relaciones contractuales iniciales, pero solo 5. 837 trabajadores se incorporaron a un puesto de trabajo con un contrato indefinido, lo que supone un 5,5%. En 2016, entraron en esta categoría 5.415 contratos, el 5,1% del total, que superó los 102.000.

El porcentaje de contratación indefinida mejora ligeramente si se añaden los contratos temporales que posteriormente evolucionaron a indefinidos, que supondrían alrededor de 4.000 casos en el cómputo total del año (no es posible saberlo con exactitud porque este dato solo está disponible hasta el mes de noviembre). Esto se traduciría aproximadamente en un 4% del total de los contratos temporales de los primeros once meses del año.

Las cifras de contratación llaman la atención por su temporalidad, pero también porque dentro de este fenómeno, el tanto por ciento más elevado —36%— lo constituyen los contratos de menor duración, aquellos que no llegan a una semana. Le sigue por peso porcentual la categoría de duración indeterminada (26%); los de uno a seis meses (18%) y los que oscilan entre una semana y un mes (10%).

Junio es el mes con mayor nivel de contratación y, en general, firmaron más contratos las personas con estudios secundarios



La distribución a lo largo del año es desigual y los meses con mayor concentración de contrataciones son los que van de mayo a octubre, ambos incluidos, que se sitúan en torno a los 10.000 acuerdos, aproximadamente. El mes que presenta mayor volumen es junio, cuando se alcanzan los 11.798 contratos iniciales.

En cuanto al análisis por sexos, los hombres firmaron más contratos que las mujeres —53.301 frente a 51.550—, y también fueron los más favorecidos por la estabilidad laboral, ya que dentro del reducido número de contrataciones indefinidas que se produjeron, el 54,4% fueron para ellos, mientras que en el caso de las temporales, el porcentaje se equilibra al cincuenta por ciento para los dos grupos.

De las distintas formas de contratación temporal registradas —por obra o servicio, por circunstancias de la producción, interinidad, prácticas o formación—, la categoría más numerosa es la de los eventuales por circunstancias de la producción, seguida de obra o servicio e interinidades.

La comarca de Lugo, la de mayor actividad con 42.812 contratos, seguida de Terra Chá, con cerca de 11.500


FORMACIÓN. Los datos recabados por el Instituto Galego de Estatística también permiten observar la relación entre el número de contrataciones y el nivel de formación de los trabajadores. Así, de todas las personas que firmaron un contrato a lo largo del año pasado, el grupo más numeroso es el de los que tenían estudios secundarios, que supusieron el 53,3%. Por orden descendente, le siguen a esta categoría la de estudios primarios (32,5%), la de estudios universitarios (12,4%) y, por último, la de personas sin alfabetizar (5,2%).

El reparto de la actividad contractual entre los distintos sectores económicos no deja lugar a dudas sobre cuál fue el motor de la contratación en la provincia lucense a lo largo de 2017. Con una diferencia indiscutible, el sector servicios se erige en el mayor demandante de mano de obra en el ejercicio pasado, con más de 86.000 contratos firmados.

Le siguen, con un volumen muy inferior, el sector industrial, que se acercó a los 9.000 contratos; la agricultura, con algo más de 6.000 y el de la construcción, que generó 3.402.

El año pasado fue sin duda el ejercicio con mayor volumen de contrataciones desde 2009, a gran distancia de la cifras de los últimos años. Hace ocho años se registraron más de 66.000 contratos iniciales, de los cuales casi 5.500 fueron indefinidos. Estas cifras no se superarían hasta 2012 y desde entonces han ido aumentando hasta superar el año pasado la barrera de los 100.000 contratos.

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