Los familiares de Elena López y Esteban Carballedo, los dos empleados del Cash Récord de O Ceao asesinados a tiros durante un atraco hace 22 años, siguen peleando para que el caso se mantenga abierto. Una vez que hace ya dos años que prescribió para cualquiera que no sea la única persona que fue imputada durante este tiempo, el riesgo del archivo se cierne sobre la investigación.
Así, el letrado que representa a los familiares, Gerardo Pardo de Vera, acaba de presentar un escrito en el que solicita a la Fiscalía que pida que la instrucción sea declarada de especial complejidad, lo que evitaría que se cerrase el próximo 6, en aplicación de los nuevos plazos procesales que entraron en vigor a principios de año. Esto permitiría ampliar la instrucción hasta un máximo de año y medio.
También ha tramitado una nueva petición para que se realicen unos interrogatorios que habían solicitado hace meses, además de insistir en que, tal y como reclamó la Fiscalía, se remitan los informes policiales necesarios para saber si se siguen practicando diligencias que permitan continuar con la investigación.
El caso ya prescribió hace dos años para toda aquella persona que no sea la única que fue imputada durante todo este tiempo
PROTESTA FAMILIAR. Mientras, los familiares de las víctimas volvieron este viernes a la calle para retomar sus protestas. Ante el edificio del juzgado, colocaron carteles con sus fotos pidiendo justicia y colgaron 22 globos, tantos como años hace que fueron asesinados, con mensajes en los que denunciaban la ineficacia de los investigadores y la pasividad de la Justicia durante todo este tiempo.
Isabel López y Beli Sánchez ejercieron como portavoces de las familias para recordar a todo el mundo que ellos no van a cejar en sus empeño de saber qué pasó, "porque toda la rabia contenida que tenemos la transformamos en esperanza. Tardaremos más o menos tiempo, pero vamos a saber qué pasó sí o sí".
Ambas confiaron en que se aceptará su petición para que el caso sea declarado complejo y se pueda seguir investigando, aunque lamentan que "entre policías, jueces y fiscales se andan tirando la pelota. Pero o se ponen las pilas o nos tendremos que tomar la justicia por nuestra mano".
También recordaron que el fiscal jefe, Roberto Brezmes, las recibió en octubre pasado, al poco de asumir el cargo, y "tenía muy buena pinta. Nos dijo que iba a estudiar el caso en profundidad y salimos muy contentas de la reunión. Pero ya no ha habido una segunda vez, no nos ha vuelto a recibir, parece que no ha tenido tiempo de leerse los papeles".
