Inseguridad, rabia e impotencia. Eso es lo que siente Otilia Trigo, la hija de la propietaria de la casa ocupada este sábado en As Gándaras. La vecina acudió este lunes por la tarde al lugar de los hechos para organizar, en la medida de lo posible, los desperfectos generados durante el desafortunado incidente. Por la mañana acudió a la Policía para dar parte y gestionó la situación con dos aseguradoras. "En los próximos días se pasará un perito por la casa, pero he pedido que me lo solucionen ya porque la entrada no puede estar solo con una cadena", aseguró.
Este pasado sábado, varios agentes de la Policía se desplazaron hasta el lugar y procedieron al desalojo de cuatro mujeres -detenidas pero ya puestas en libertad- y varios niños que se encontraban en su interior. La intermediación de los vecinos, que salieron a la calle para evitar la ocupación de la casa y alertar a la policía, fue clave para que los ocupantes no desvalijaran la vivienda al completo. Era la intención de los okupas, ya que una vez fueron desalojados, la Policía se encontró una vivienda de tres pisos revuelta y repleta de bolsas y paquetes con todo lo que había en su interior.
"Se llevaron cosas de valor antes de que los pilláramos, como candelabros de bronce y más objetos. La televisión apareció debajo de unas mantas pero muy deteriorada", asegura Otilia Trigo. "Si tardamos una hora más, nos encontramos cuatro paredes", lamentó.
Los ocupantes se las arreglaron para guardar todos los objetos de valor de la vivienda (electrodomésticos, ropa, marcos de los cuadros, vajillas, etc) en paquetes y bolsas. "Lo tenían todo perfectamente organizado. Lo hicieron en cuestión de horas y tuvimos suerte de que unos vecinos que venían de tomar algo escucharon ruidos y vieron luces. Si no llega a venir la Policía, entramos y sacamos a alguien con los pies por delante".
La movilización vecinal fue clave, aunque según reconoce Otilia Trigo, a los ocupantes no les afecta este tipo de situaciones. "Conocen mejor las leyes que nosotros. Me decían que si les daba 3.000 euros se iban. Y que al ser una primera vivienda y no una casa abandonada, yo ya no podía entrar al estar ocupada por ellos. Es una situación de indefensión e inseguridad", lamentó.
La asociación de vecinos Gatos Roxos ha convocado una manifestación que tendrá lugar este domingo a las 12.30 horas en la iglesia de As Gándaras. "A ver si logramos algo, pero lo dudo. Yo nunca fui racista. Pero hoy sí. No puedo verlos", aseguró Otilia Trigo.
Su madre vive en una residencia de mayores y está al tanto de todo. "Está tranquila", dice su hija. "Quería venir a ayudar, pero hasta que la casa no esté en condiciones, no quiero que la vea".
Felipe López fue uno de los vecinos que se movilizó y avisó a Otilia Trigo cuando vio que la casa de su madre estaba siendo ocupada por varias personas. "Veníamos de tomar unos vinos y vimos a un chico que estaba esperando al lado de la casa. Fue entonces cuando llamamos a la policía e hicimos presión porque no tenían ninguna intención de abandonar la vivienda. Eran solo mujeres y niños. No había ningún hombre en la zona", asegura el vecino, que vive a escasos metros de donde se produjo el incidente."Estamos hartos. Sabemos que roban, lo sabe todo el mundo, pero que lo hagan al lado de tu casa genera una indefensión tremenda". López asegura que hay más casas ocupadas, "y otras que han quemado", pero que a pesar de todo, es un barrio tranquilo, "y depende de las autoridades que siga siendo así".
"En ese momento, lo único que teníamos claro es que de ahí no nos iba a mover nadie hasta que pasara algo", apuntó López, que confirmó su asistencia a la manifestación organizada este domingo. "Haremos más los fines de semana. Hay que parar este tipo de situaciones".
