Lavar, cortar, teñir y... desinfectar

Los servicios de peluquería fueron de los que más se echaron de menos en el confinamiento. El corte y el tinte del pelo se convirtieron en auténticas necesidades para muchos clientes, pero también hubo otros que precisaban acudir al salón a realizar tratamientos. Este lunes, primer día de apertura, esa demanda se hizo visible
Mónica Ferreiro, en la peluquería Mönet, de la Rúa do Progreso. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera Mónica Ferreiro, en la peluquería Mönet, de la Rúa do Progreso. VICTORIA RODRÍGUEZ

En una de las peluquerías de la cadena Mönet en Lugo, este lunes eran nueve las clientas que fueron atendidas tras mes y medio de confinamiento en casa por el coronavirus. Los salones reabrieron con una alta demanda de servicios pero controlando un aforo limitado a un cliente por profesional y la desinfección al principio y al final de cualquier tipo de trabajo.

“Aquí, por la mañana, estuvimos trabajando a turnos pero, por la tarde, estaremos las dos peluqueras juntas, cada una con la clienta que le corresponda por cita previa. En total, para hoy tenemos nueve clientas citadas, alguna de ellas con tratamientos largos, de tres horas, como una chica que se viene a poner ácido hialurónico”, indicaba este lunes Mónica Ferreiro, que trabaja en la peluquería Monet, en la Rúa do Progreso.

El reinicio de la actividad no fue fácil. Hubo que adecuar el trabajo habitual a los protocolos de limpieza y desinfección para garantizar que el coronavirus no se quede en el salón. Al entrar y al salir, gel hidroalcohólico. Acto seguido, la clienta mete su chaqueta y su bolso en una bolsa de plástico y se pone mascarilla y guantes.

Las peluqueras —que han de observar que se cumpla todo el protocolo por parte de la clientela— llevan guantes, mascarillas y pantallas. Pero, sobre todo, no falta el desinfectante, que se usa en los lavacabezas, secadores, peines, cepillos, planchas y todo tipo de material para que el virus no se aposente en ningún sitio. “De momento, tendremos solo servicio de peluquería. A partir del día 11, comenzaremos con los trabajos de depilación de cejas, labio y también de manicura. En ese tipo de trabajos, tenemos que estar más protegidas. Es complicado, pero todo será cuestión de hábitos y la desinfección y limpieza no sobran, incluso es bueno que haya”, dice Mónica.

Mónica Ferreiro: "Es complicado, pero todo es cuestión de hábitos. La desinfección y limpieza nunca sobran. Es bueno que las haya"

En la peluquería Rockabilly Memphis, en A Milagrosa, también se abrió este lunes con cita. Entre otras medidas, no había revistas.

La portavoz de la Asociación de Empresarios de Peluquería y Estética, Miriam Pérez Souto, apunta que su salón acumula una lista de espera de dos semanas y, en cambio, su plantilla disminuyó en un 30 por ciento. En cuanto a las medidas preventivas, Miriam Pérez optará por la vaporización de ozono en su establecimiento, donde además “se desinfectará el calzado de los clientes y se trabajará con equipos de protección individual”, dice. Además, la atención a colectivos vulnerables, como mayores, se llevará a cabo en una sala distinta y de modo individual.

A MARIÑA. Las largas listas de espera también se dan en peluquerías de otros puntos de la provincia como A Mariña donde, en algunos casos, superan el mes. En Ribadeo, Christian González explica que “desde hace tiempo llevamos recibiendo llamadas de gente” en su salón, Christian Barber.

En otra peluquería ribadense, Por los pelos, Raquel Robledo destaca la importancia de volver a abrir por la economía “pero también para que la gente vaya recuperando la normalidad”.

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