Servicio a domicilio

Los repartidores dan un respiro a las restricciones en la hostelería y reivindican la regulación de su oficio
La 'bicican' de Mascovet para entrega de pedidos de la clínica veterinaria. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera La 'bicican' de Mascovet para entrega de pedidos de la clínica veterinaria. VICTORIA RODRÍGUEZ

Las restricciones motivadas por la pandemia de coronavirus afectan nuevamente a los sectores considerados no esenciales y, entre estos, a la hostelería, con la excepción de los servicios para recoger y a domicilio. Los repartidores se mantienen como esenciales y en el último año en Lugo este trabajo registró un crecimiento exponencial por los cambios en los hábitos de consumo.

ESPECIALIZACIÓN. Noelia Ron está al frente de Biobocado Eco Take Away, un establecimiento especializado en menús ecológicos para recoger o recibir a domicilio. En mayo de 2020 abrió sus puertas al público en la Ronda da Muralla, frente a la Porta Falsa. "A alimentación saudable interésame moitísimo e creo que é unha tarefa pendente, tanto na hostalaría coma na vida cotiá, por eso me decidín a ofrecer ao público o que cociño habitualmente", indica.

El inicio de la actividad de esta empresa coincidió con el final del primer confinamiento y, pese a las dificultades, Noelia Ron valora como positiva la marcha del negocio. "De momento vainos ben. Cando se restrinxe a mobilidade si que se nota un descenso nas vendas, pero de momento estamos arrincando", explica. Noelia tiene una compRepartidora de Biobocado. VICTORIA RODRÍGUEZañera de trabajo con quien se organiza tanto para estar en la tienda y atender al público como para salir a la calle a repartir los pedidos a domicilio. "Cando se habilitou o carril peonil na Ronda da Muralla era moi cómodo e práctico para os repartos", recuerda.

Al principio combinaban el reparto en bici y en patinete eléctrico —antes de que la legislación obligase a estos vehículos a circular por la carretera—, pero ahora lo hacen exclusivamente en bicicleta. "Repartir en patín ou en bici conleva a dificultade de ter que andar entre o tráfico, e cando fai mal tempo non é o mesmo que ir a cuberto", añade. "Hai que equiparse con roupa especial e se chove moito aproveitar os momentos nos que amaina". 

Entre las principales ventajas de los patinetes eléctricos, Noelia destaca su maniobrabilidad y las facilidades para aparcar, si bien incide en que las bicicletas también comparten estas características. "Antes, ao poder circular cos patinetes polas beirarrúas, era moi doado sortear o tráfico e os semáforos, aínda que agora que teñen que ir pola estrada tamén é un medio de transporte moi áxil, ao igual que a bicicleta", indica.

En Biobocado optaron por el reparto en patinete y bicicleta por motivos de sostenibilidad y concienciación medioambiental, uno de los principios básicos de una empresa que apuesta por la elaboración de sus platos con productos de proximidad en los que se garantiza un proceso de producción y una trazabilidad ecológica. "Buscamos produtos frescos e de proximidade, traballamos con hortas de cercanía, da contorna de Lugo, da provincia e de Galicia principalmente, algo que ademais nos permite ter prezos asequibles". Ofrecen menús veganos y vegetarianos, así como platos con elaboraciones a base de carne o pescado, para todos los gustos. "A nosa previsión é agardar un pouco a que se incremente algo máis o volume dos pedidos a domicilio para crear un novo emprego e que haxa unha persoa dedicada só aos repartos". Los pedidos a domicilio se efectúan y se pagan en su mayoría a través de la web, aunque también se pueden hacer por teléfono, reduciéndose así el contacto con los clientes a la entrega. Además pueden depositarse en el ascensor o en la puerta de la vivienda si así se especifica y tanto en los repartos como en el local se garantizan las medidas de seguridad e higiene.

INNOVACIÓN. Luis Miguel Dosío López es el gerente de Mascovet, la clínica veterinaria situada en el número 225 de la Avenida da Coruña, enfrente al parque municipal de Frigsa, desde hace cinco años. Dispone de una bici can para servicio a domicilio.

"A idea xurdiu dunha viaxe a Copenhague, Desde sempre me gustaron as bicicletas de carga e alí vin moitos destes vehículos, que os empregan para transportar nenos, adultos e tamén mascotas. Tiñamos en mente abrir a clínica e compramos a bici para facer recados e todo tipo de repartos". Ahora, la bici can se utiliza incluso para llevar mascotas a domicilio cuando no hace mal tiempo, tras una sesión de peluquería o después de una consulta. "Coa pandemia ofrecemos un servicio de publicidade gratuíta na bicicleta. Temos dúas empresas anunciantes, unha clínica dental e un enxeñeiro de montes, e dentro de dous meses haberá outras dúas", explica este empresario.

Además de ser un transporte ecológico que no contamina, Luis Miguel Dosío destaca como ventajas de este vehículo que "aquí en Lugo, pola novidade, chama moito a atención. Cada vez que a sacamos ou a aparcamos fóra hai moita xente que incluso nos pide montar nela para facerse fotos". Aunque hay quien argumenta que la meteorología en Lugo no es propicia para peatonalizar y crear carriles bici, según indica Luis Miguel "nos países nórdicos estas iniciativas funcionan e emprégase moito a bicicleta. Aínda que chova ou neve utilízase este tipo de vehículos". Considera que en los países nórdicos no tienen un sentido de la concienciación ecológica más desarrollado que en Lugo, sino que la existencia de buenas infraestructuras viales permite llegar antes al trabajo en bicicleta que en coche, con carriles segregados y semáforos con preferencia para las bicicletas sobre los coches. "Todo isto anima á xente a utilizar estes vehículos", comenta.

Él también considera que las bicicletas eléctricas contribuirán a potenciar el reparto en estos vehículos alternativos y su uso diario, porque reducen el esfuerzo de los usuarios.

En su caso, durante la pandemia se incrementaron los pedidos a domicilio. "Había moita xente que non viña á tenda cando estivo pechada A Milagrosa, porque non querían nin pisar o barrio, e pedíannos que lles levaramos á casa os artigos que precisaban para as súas mascotas". 

DIGITALIZACIÓN. La irrupción de las plataformas digitales en el sector del reparto ha modificado las reglas globales y abierto un importante nicho de negocio e ingresos. Los requisitos para poder trabajar con el sistema que impera actualmente pasan por ser autónomo, disponer de una conexión a internet y contar con un vehículo para poder efectuar los repartos, según explica Javier López Prado, un profesional con 14 años de experiencia en el sector. A través de una app sencilla e intuitiva, con Uber Eats los riders pueden conectarse cuando quieren para trabajar. En Glovo eligen las horas en función de la valoración con la que los usuarios califican al repartidor en la aplicación. "Llevo con este método desde que el delivery (reparto) empezó aquí en Lugo. En marzo hará aproximadamente dos años", explica Javier, quien cuenta con experiencia como repartidor desde hace algo más de una década.

Uber Eats se utiliza exclusivamente para reparto de comida a domicilio, mientras que en Glovo se envía lo que el cliente solicite, detalla. "El otro día tuve que ir a comprar a Zara un pantalón, de 92 centímetros, para un bebé, también tabaco al estanco; fui a una casa a por un regalo para entregar a una persona en otro destino...". Como anécdota recuerda que "una vez incluso me mandaron al Barabau a comprar un Satisfyer". Repartidor de Glovo. VICTORIA RODRÍGUEZ

Cuando comenzó el estado de alarma, en marzo del año pasado, "en Lugo éramos 15 repartidores autónomos y hoy somos unos 50. Para una ciudad como esta, con 100.000 habitantes, es excesivo".

Javier López destaca que a través de las plataformas digitales solamente se reparten pedidos en el casco urbano de la ciudad: "No salimos a Nadela. Como mucho Glovo llega al Ceao, y Uber Eats solo hasta la zona de As Termas".

En marzo del pasado año en Lugo éramos 15 repartidores y hoy somos unos 50 

Uno de los aspectos positivos de este trabajo es que los ingresos dependen básicamente del número de entregas realizadas y de la distancia recorrida. "Si voy desde el McDonald’s a Campos Novos gano algo más de dos euros y si tengo que ir a Garabolos voy a ganar más, depende del trayecto".

Javier realiza los repartos en motocicleta. "Algunos restaurantes a veces se quejan porque los clientes dicen que llega la comida fría y nos meten a todos en el mismo saco. No es lo mismo repartir en moto que en patinete, porque la motocicleta es un medio de transporte más ágil. La comida a domicilio siempre se repartió en moto", comenta. "Las bicicletas y los patinetes para el reparto de comida a domicilio sobran. Para hacer una entrega desde la Avenida de Madrid a Garabolos en estos vehículos se tarda un mundo, y en la moto no. Por ejemplo, si entra un pedido para Garabolos cuando estoy en la Avenida da Coruña, tengo que ir a por él y luego llevarlo al destino. Es mucho más rápida la moto", valora.

El intrusismo es lo que más preocupa en un sector que tampoco escapa a la picaresca. "Quienes reparten en patinete imagino que dirán que van en bicicleta, porque en la app no se contempla esa opción", ejemplifica. Pero el problema va más allá. "Hay personas que tienen una cuenta en estas aplicaciones y se la prestan a un amigo o a un familiar para que se conecte y trabaje, sin tener seguro ni cotizar como autónomo. Si no llega el pedido, ¿a quién reclamas?, ¿al dueño de la cuenta?, ¿y si hay un accidente?".

Cando se abriu o carril peonil na Ronda da Muralla era moi cómodo o reparto

Es una situación que perjudica a los repartidores a domicilio que pagan la seguridad social, el mantenimiento del vehículo que utilizan para trabajar y otros gastos. De ahí que reivindiquen una regulación del sector para frenar la competencia desleal y presuntas ilegalidades.

Otra de las peticiones que realizan los repartidores a domicilio es que se habiliten permisos temporales para que los profesionales del sector puedan acceder a las zonas peatonales del casco histórico, una vez que se instalaron cámaras para controlar los accesos de residentes y vehículos de carga y descarga. "Los repartidores deberíamos tener acceso a un permiso temporal renovable", comenta Javier. "Ahora hay cámaras y tenemos que parar, bajar de la moto y llamar para pedir permiso si queremos entrar al centro, porque sino nos multan", comenta. "Tenemos que entrar en la Rúa Bispo Aguirre, Campo Castelo, Rúanova o Praza do Campo, porque en todas estas zonas hay establecimientos con servicio a domicilio, y tal y como está ahora es un lío. Además así se evitaría en buena parte el intrusismo, porque al pedir el permiso para acceder al centro histórico habría que aportar toda la documentación que nos acredita como autónomos", añade.

Desde que empezó la pandemia sus ingresos bajaron en torno al 50%. Antes solo trabajaba con Uber y ahora está obligado a hacerlo con las dos plataformas a la vez. "Desde marzo hasta hoy he descansado tres días en un año", comenta Javier. "No te puedes permitir el lujo de descansar siendo autónomo", añade.

As aplicacións ás veces fallan e nós non sempre temos culpa nos retrasos

RENTABILIDAD. Alba Gil comenzó a repartir con Uber Eats en marzo del pasado año 2020. Es autónoma y se desplaza en coche para llevar los pedidos a los clientes. A veces también reparte con Glovo, una plataforma que en Lugo ofrece la posibilidad de trabajar con supermercados como Dia, explica esta joven.

"Comecei antes de que se decretase o estado de alarma, cando aínda se podía ir a clase e non era obrigatorio empregar as máscaras", comenta. "Estaba estudando e tiña algo de tempo libre. Coincidiu que empecei a ver algunha moto coa mochila verde de Uber Eats e picoume a curiosidade, así que me animei a buscar en internet. DecidRepartidora de Uber. VICTORIA RODRÍGUEZínme e entrei a traballar", añade.

Entre las principales ventajas de este empleo destaca que, al ser autónoma, puede trabajar diariamente el tiempo que decida. "Esto funciona por unha aplicación e para empezar só tes que premer un botón e empezar. Para saír péchase a sesión e xa está". 

Afirma que se trata de un oficio "rentable", que permite hacer frente a los gastos que conlleva ser autónomo y obtener algún beneficio. "Non mo prantexo como algo definitivo. É un complemento". 

A los mediodías suele tener una carga de trabajo de siete u ocho pedidos, que por las noches se incrementan, así como durante los fines de semana. "Depende do día que faga. Cando chove adoita a comezar o traballo cedo, pero se fai bo tempo a xente sae máis á rúa e para nós o traballo comeza algo máis tarde, sobre as 21.00". 

Durante el confinamiento se incrementó la carga de trabajo, si bien al principio "a xente estaba máis asustada e non pedía. Notábase que ao non saberse como sería esto moitas persoas preferiron aforrar". Esta joven destaca también la colaboración de la Policía con los repartidores durante las restricciones. "Os axentes están afeitos a vernos. Xa saben que traballamos nesto e non adoitan poñer impedimentos", explica.

Desde marzo hasta hoy he descansado tres días, un autónomo no descansa

La puntualidad es otro de los requisitos vitales en el trabajo de los repartidores de comida a domicilio. "Sempre entreguei os pedidos no tempo de entrega, e como máximo tardo dez minutos en levar un pedido. Ás veces considéranse aos patinetes máis rápidos, pero non é así. Depende da distancia á que teñas que facer a entrega, e non quero ofender a quen reparte en patinete".

Alba coincide en que cuando comenzó "había poucos repartidores e traballo para todos nós. Aínda se facían cartos. Agora somos moitos e debería regularse para que o número de pedidos estean igualados e poidamos gañar todos dun xeito equitativo. Hai veces que a un repartidor lle saltan tres pedidos e a outro dez, e iso non é lóxico", destaca. "Ás veces a xente pon valoracións negativas pero as aplicacións fallan. Nós non sempre temos culpa dos retrasos".