El Sergas pagará 50.000 euros por detectar tarde un cáncer de pulmón

El hombre, de 77 años, falleció quince días después de ser diagnosticado, pese a que el tumor ya aparecía en varias pruebas realizadas más de un año antes en el hospital de Santiago

Uci del Hula. XESÚS PONTE
photo_camera Uci del Hula. XESÚS PONTE

Una viuda lucense recibirá 50.000 euros en concepto de indemnización por la muerte de su esposo, que falleció a los 77 años apenas quince días después de que le diagnosticaran un cáncer de pulmón en estado terminal.

El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) condena al Sergas a pagar 40.000 euros más los intereses correspondientes (50.000 en total) al considerar que el retraso de más de un año en el diagnóstico hizo que se perdiera la oportunidad de tratar el cáncer, lo que hubiera podido salvar su vida o, al menos, alargarla. Y lo hace porque el tribunal considera probado que tumor ya aparecía en las pruebas realizadas un año antes al hombre en el hospital de Santiago (CHUS), pero los especialistas de este hospital no lo detectaron.

El hombre falleció en el Hula el 19 de enero de 2012, después de que el 3 de enero de le diagnosticara al fin un tumor pulmonar, aunque ya en estadio IV, lo que hacía inútil cualquier tratamiento que no fuera paliativo.

La familia del fallecido, representada por el letrado lucense José Piroscia, interpuso una reclamación contra el Sergas, que rechazó la indemnización, al igual que juzgado Contencioso Administrativo 2 de Lugo. Sin embargo, esta sentencia fue recurrida ante el TSXG, que la ha anulado y reconocido el derecho a indemnización.

El tribunal considera probado que la demora en el diagnóstico fue determinante para la pérdida de oportunidad del tratamiento, independientemente de si este hubiera tenido efecto o no, y que ese diagnóstico hubiera podido adelantarse más de un año si los especialistas del Sergas hubieran observado con más diligencia las pruebas con las que ya contaban.

DOS PLACAS PREVIAS. Los jueces del alto tribunal gallego consideran que el error de origen se situó ya en octubre de 2010, cuando el hombre se sometió en el CHUS a un preoperatorio para ser operado de cataratas en un ojo. En ese preoperatorio se le realizaron varias placas de torax, en las que ya se podían apreciar indicios de la existencia de una lesión pulmonar que, cuando menos, hubiera precisado de la realización de pruebas más exahustivas y del control de un especialista. Sin embargo, los radiólogos del CHUS no incluyeron ninguna referencia en sus informes.

Los mismo sucedió en abril de 2011, cuando el hombre se sometió de nuevo a otro postoperatorio para operarse del otro ojo. Tampoco en ese caso los informes de los radiólogos incluyeron ni la más mínima referencia a una lesión que ya había crecido. Ni siquiera fue diagnosticado cuando a principios de diciembre de 2011 volvió a acudir a Urgencias con fuertes dolores lumbares y problemas respiratorios y se le hizo otra placa de tórax.

Los especialistas médicos que declararon en el juicio reconocieron que ya en la radiografía octubre de 2011 era visible la anomalía y que, si bien no era suficiente para determinar que era el principio de un cáncer de pulmón, sí lo era como para haber merecido más atención y haber encargado otras pruebas que lo confirmasen o descartaran. Según calcularon, en ese momento el tumor estaría todavía en un estadio I, lo que todavía hubiera hecho posible intentar un tratamiento pese al rápido avance de este tipo de cáncer y su limitada tasa de supervivencia.

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