La oleada de robos del último mes en Sarria genera «preocupación» entre los negocios, que dicen estar "cansados" y sentir "impotencia". Por ello, reclaman más efectivos y barajan tomar medidas.
Desde varios comercios denuncian que de "nada serven as alarmas máis avanzadas se non hai Garda Civil en Sarria e ten que vir doutros concellos". Los robos solo supusieron daños materiales y se preguntan qué ocurrirá si "hai un problema con persoas".
Los últimos asaltos, en los que incluso rompieron cristales blindados, aseguran que les llevan a barajar "reforzar" sus negocios.
Por su parte, desde la Asociación de Comerciantes e Empresarios (Aces) afirman que "empeza a ser preocupante, os danos materiais son importantes e vemos que os roubos van de menos a máis". El presidente, Ricardo Arias, señala que "se segue así tomaremos medidas ou faremos algún tipo de presión". Parece que son cometidos por "xente de fóra, é un modelo bastante repetido en localidades do tipo de Sarria", opina.
Coincide el concejal de seguridad ciudadana, Félix Seijas, quien señala que semejan ser "bandas con mobilidade xeográfica", como se vio ante los detenidos por el robo de una tienda de telefonía del bulevar de la Rúa Calvo Sotelo, cometido el pasado sábado. En este caso se trata de tres vecinos de Valencia, a los que se les atribuyen atracos en esta misma provincia, Asturias, Cantabria y Lugo.
Para abordar esta reciente oleada de robos, el Concello convocará la próxima semana una mesa local de seguridad, informa el edil.
Además, desde el Concello le dieron traslado al delegado del Gobierno de la preocupación ante la falta de efectivos de la Guardia Civil en el municipio. Lo hizo durante la firma esta semana de un convenio entre Gobierno central, Xunta y ayuntamientos para la rehabilitación, renovación y alquiler de viviendas. Según explica el concejal, el delegado manifestó que tenía conocimiento de la falta de agentes.
Desde la administración local "entendemos a preocupación, estamos facendo todo o posible por mellorar a seguridade e que aumente o persoal", indica el concejal Félix Seijas. El edil también agradece el trabajo realizado por la Guardia Civil que permitió detener a los tres asaltantes de la tienda de telefonía y a uno por un robo en un bar.
Esta reciente oleada de asaltos comenzó a finales de septiembre, cuando, por el método del butrón, entraron en una empresa del polígono de O Morelle, en la que se adueñaron de maquinaria agrícola que no resultaba voluminosa ni difícil de transportar. En la noche siguiente atracaron hasta cinco negocios. Se vieron afectados una empresa de la estación de autobuses, un mesón y una heladería del paseo del Malecón, y dos concesionarios de coches situados en la salida de Sarria a Monforte.
En estos cuatro últimos negocios solo buscaban dinero y no se llevaron otros bienes. Sin embargo, en la estación de autobuses se hicieron, además de con una pequeña cuantía de dinero, con un ordenador portátil, lo que hizo pensar al empresario afectado que no se trató de la misma persona o personas que cometieron los asaltos en el Malecón y los dos concesionarios.
En uno de estos establecimientos de automóviles el ladrón se desplazó a gatas para evitar los sensores de movimiento. El mismo método utilizó el autor de un robo acontecido esta semana en una gasolinera, donde se arrastró por el local para eludir la alarma. En este caso se hizo con la recaudación de la máquina de tabaco.
A principios de octubre los delincuentes entraron en el estadio de Ribela, donde se llevaron dinero, bebidas y ropa deportiva. Por su parte, el pasado fin de semana fue asaltada una tienda de telefonía móvil del bulevar. Para ello utilizaron una base de hormigón de vallas de obra con la que rompieron el cristal y, ya dentro, se hicieron con unos 40 móviles, parte de los cuales fueron recuperados.
También trascendió un robo a dos personas que pretendían adquirir un vehículo de segunda mano. Este fue a finales de septiembre y los denunciantes aseguraron que quedaran con los supuestos vendedores en un camino del municipio y que les arrebataron el dinero dejándolos atados.
