Sabino Vázquez Gallego, vecino de la parroquia de Santa Leocadia (Castro de Rei), aunque llevaba años fuera, fue despedido este lunes en esta localidad chairega por familiares y amigos propios y de su mujer, Victoria Fernández Ceide, y de sus hijos, Rosario y Manuel. Guardia civil jubilado, Sabino falleció el sábado en la ciudad de A Coruña, donde reside su hija y a donde él y su esposa se trasladaron hace un tiempo, cuando las fuerzas empezaron a flaquearles y los cuidados se volvieron más necesarios.
La noticia de su fallecimiento causó pesar en Santa Leocadia, donde la familia mantiene la casa donde creció, Finca Ceide, en O Cordón, a la que vuelve siempre que puede, sobre todo en verano y en otras fechas señaladas. De esta parroquia, muy próxima al casco urbano de Castro de Rei, fueron originarios tanto Sabino como su esposa, una maestra con la que aprendieron a leer y a escribir muchos niños de la zona. En Santa Leocadia, Sabino llegó a tener una pequeña carpintería, donde no era raro que jugasen los niños, hoy adultos que lo recuerdan con cariño por el afecto que siempre les mostró. Después, su profesión como guardia civil le llevó primero a Xove, en la Mariña lucense, y después a Lugo, donde se jubiló.
El fallecimiento de Sabino trascendió también en el Ayuntamiento de Lugo, donde su hijo, Manuel, ejerce como interventor y coordinador general del área de urbanismo, y donde hace años también fue interventor su yerno, Marcial Rodríguez Toajas, ahora en la Diputación de A Coruña. Su hija Rosario también es interventora, actualmente en el Concello de Ferrol.
Sabino deja cuatro nietos que sin duda le echarán de menos -Covadonga, Genoveva, Manuel y Constanza-, y un hermano, Javier. El tercero, Antonio, muy conocido también en Castro de Rei, donde regentó un negocio de alimentación animal y de construcción, falleció ya hace unos años.
