Sanidade podría mantener restricciones en Lugo hasta después de San Froilán

Siguen apareciendo brotes familiares y laborales, algunos con decenas de contagios. El miedo a una cuarentena, a no poder trabajar o a ser descubiertos sin papeles dificulta las labores de rastreo y retrasa la detección de parte de los casos
Un agente de la Policía Local de Lugo comprobando el cumplimiento de las medidas de seguridad. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera Un agente de la Policía Local de Lugo comprobando el cumplimiento de las medidas de seguridad. VICTORIA RODRÍGUEZ

Las posibilidades de que Lugo celebre unas fiestas de San Froilán sin restricciones de aforos en locales o limitaciones en las reuniones son remotas. Sanidade acordó el miércoles, tras la reunión del comité de expertos, mantener en vigor las medidas actuales y, aunque algunos indicadores han mejorado desde la última revisión no lo han hecho lo suficiente como para levantarlas.

"Este brote segue a ter características de alto risco como é a taxa de incidencia nos últimos 3 días, que se mantén en niveis de risco alto e a porcentaxe de positividade de probas PCR realizadas na zona do brote, que aumentou e segue a estar en niveis de risco alto", indica el informe de Saúde Pública en el que se basa esa decisión.

El ayuntamiento en el que siguen apareciendo positivos es el de Lugo. Se dan brotes familiares de los considerados autolimitados; es decir, en los que se consiguen cerrar las cadenas de transmisión, llegar al último contacto de los positivos iniciales. Pero son numerosos y, en algunos casos, afectan a familias amplias y con relaciones entre sí. En el municipio hay, por ejemplo, uno con varias decenas de afectados y activo desde hace más de diez días, de los que los últimos diagnósticos se produjeron el fin de semana.

Además, también hay casos de brotes laborales, que aparecen en centros de trabajo y que siguen provocando cierres de negocios. Ayer mismo el bar Miraz informaba en sus cuentas de las redes sociales que, debido al positivo de un trabajador, el resto del personal tenía que guardar cuarentena y el local permanecería cerrado hasta el 3 de octubre.

Las labores de rastreo no están siendo fáciles en todos los casos. Hay positivos con miedo a los efectos de su propio confinamiento o del de su familia, personas en una situación muy precaria para quien dejar de trabajar y hacer el aislamiento trae consecuencias económicas serias e inmediatas y que además, al estar en una situación laboral irregular no tienen derecho a baja. Entre quienes temen contar a qué se dedican se encuentran, por ejemplo, varias cuidadoras de personas mayores sin contrato. Otras son reticentes a colaborar por si implica el cierre de un negocio o incluso porque son instados por sus jefes a no dar detalles de su lugar de trabajo.

El informe de Saúde Pública revela que la tasa de incidencia en los últimos tres días se mantiene en niveles de alto riesgo

Esas circunstancias retrasan la detección de algunos casos. Por ejemplo, los diagnósticos de un brote familiar del pasado fin de semana en realidad corresponden a contactos estrechos de los primeros casos pero que no se comunicaron hasta ahora.

Se espera que, ahora que han abierto los colegios, los contagios sigan manteniéndose por lo que parece complicado que pueda bajarse la incidencia acumulada, que es uno de los indicadores que tiene en cuenta el comité de expertos para decidir sobre las restricciones. Sanidade nunca informa de en qué tasa se encuentra cada municipio por lo que no se puede saber con certeza cómo de cerca o lejos está Lugo de conseguir mejorar sus datos.

Según la consellería, la provincia de Lugo contaba el miércoles con un total de 679 casos activos de coronavirus, ocho menos que el martes. Teniendo en cuenta que en las últimas 24 horas se dio el alta 34 personas, el saldo de nuevos diagnósticos se situó en 26, uno más que el martes.

Sí hay cambios en lo que se refiere a la presión hospitalaria, dado que el total de ingresados en planta era de 47 personas, ocho menos que el día anterior. Veinte de ellas son usuarios de la residencia de Domus Vi de Outeiro de Rei, donde el miércoles se hizo un nuevo cribado a residentes y trabajadores que hasta ahora habían dado negativo.

Entre las novedades de las residencias lucenses se encuentra la detección de dos casos entre trabajadores de Orpea. El hecho de que ambos ejerzan en una zona en la que no tienen contacto directo con los usuarios hace esperar que no se traduzca en un brote. Un total de 132 residentes y 24 trabajadores de Outeiro y 58 y 24 de O Incio continúan siendo casos activos de coronavirus.