Cometió varias infracciones al volante de su turismo y dio positivo en la prueba de alcoholemia, por lo que fue condenado a pagar una multa de 1.620 euros y a la retirada de carné durante año y medio. Sin embargo, el acusado recurrió el fallo porque la Guardia Civil lo siguió por su demarcación pero le dio el alto en zona urbana, donde tiene competencia la Policía Local. Sin embargo, la Audiencia no estuvo por la labor de fijar las fronteras que pretendía el acusado y confirmó la condena.
La sentencia del Penal consideró probado que en la noche del 1 al 2 de julio de 2020, el acusado circulaba por la carretera Nacional VI al volante de su Renault Megane, "haciéndolo bajo la influencia de una intoxicación etílica contraída con anterioridad, que le impedía conducir en las debidas condiciones de seguridad debido a la merma de sus facultades".
Alrededor de las dos y media de la madrugada, el conductor se encontró con un control del subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Lugo, instalado a la altura del kilómetro 498, 700 -dentro del término municipal de Lugo - y los agentes observaron que conducía de forma "anómala".
Tal y como quedó recogido en el atestado, el coche circulaba sin luces, a pesar de que era completamente de noche, así que los guardias comenzaron a seguirlo. En el trayecto, el conductor cometió otras infracciones y se saltó una señal de stop, por lo que finalmente le dieron el alto en la Avenida Afonso X O Sabio.
El acusado fue sometido a la prueba de alcoholemia y arrojó una tasa de 0,78 miligramos por litro de aire espirado, el triple de lo permitido. Además, los agentes hicieron constar que el hombre presentaba otros síntomas "que evidenciaban su embriaguez", como rostro pálido, pupilas dilatadas, habla pastosa y expresiones repetitivas, entre otras.
El conductor fue juzgado por un delito contra la seguridad vial y el juzgado de lo Penal número 2 de Lugo lo condenó a pagar una multa de 9 meses, con cuota diaria de 6 euros, y le retiró el carné de conducir durante un periodo de 18 meses.
RECURSO. El acusado no estuvo de acuerdo con la sentencia y su abogado presentó un recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Lugo. El hombre alegó que el atestado era "nulo" porque los agentes de la Guardia Civil "carecían de competencia para insturirlo, ya que fue parado a la altura de una calle urbana de Lugo, en donde sería competente la Policía Local".
El tribunal revisó el caso, pero confirmó la condena, al entender que la actuación de los guardias se inició en la Nacional VI, "carretera de competencia estatal, donde han de actuar los agentes que lo hicieron en este caso". El fallo de la sala explica que la Guardia Civil, "al apreciar que el vehículo circulaba en condiciones impropias y transgresoras, lo siguió hasta que lo detuvo, luego de entrar en una de las calles de Lugo inmediata a la N-VI, donde apreció los signos de intoxicación alcohólica del conductor, lo que supone una actuación única policial. Nada hay, por tanto, que oponer a la actuación de los agentes de la Guardia Civil", concluye.
Con este fallo, la Audiencia Provincial confirmó la multa y la retirada de carné impuesta por el juez del Penal 2, por lo que la sentencia ya es firme.
