San Valentín sigue disparando sus flechas, a tenor de lo que perciben algunos comerciantes y hosteleros de Lugo. Las parejas siguen celebrando el 14 de febrero intercambiando los regalos tradicionales, aunque con algunas actualizaciones.
"Se siguen regalando ramos de flores, aunque ahora se prefiere que sean de flores variadas frente al tradicional ramo de rosas rojas", explica María, de la floristería Arume, que asegura que se trata de una fecha importante para su negocio. "El día más fuerte para nosotras es el de la madre, es cuando vendemos más ramos, pero San Valentín también es importante, vendemos entre 80 y 100 ramos", explica.
Otro de los cambios que detecta es menos previsión. Explica que antes se solían hacer más encargos, mientras que ahora se improvisa algo más y muchos de los ramos se venden en el día en cuestión. Con respecto a las edades, el rango es amplio y abarca desde los veinteañeros hasta mediana edad o mayores. "Hay también algo de efecto contagio. Viene un chico a comprar un regalo para su novia acompañado de un amigo que inicialmente no va a comprar nada, pero después se anima y se acaba llevando otro", explica. El gasto medio en cada ramo oscila entre los 40 y 50 euros.
En Late y Late Chocolates llevan ya un tiempo con una campaña activa específica de San Valentín. Ya han vendido muchos dulces por ese motivo, pero Laura asegura que "los dos últimos días, incluyendo el día en cuestión, son en los que más se vende", asegura.
Las galletitas con frases cariñosas y, en general, cualquier dulce o chocolate «con forma de corazón» es lo que mejor se vende. Este San Valentín se está optando más por pequeños detalles que por un regalo grande. La mayoría se gasta en esos dulces entre 10 y 20 euros y, hasta ahora, los que más han comprado han sido los enamorados de mediana edad.
Por su parte, los hosteleros esperan que la celebración del Día de los Enamorados se prolongue hasta el fin de semana. "Los años en que cae en día laborable tenemos entre 80 y 100 reservas para cenar, pero cuando coincide en viernes o sábado, muchas más", apunta Luis González Seijas, de Parrillada Santa Comba, que este año ofrece un menú por 50 euros compuesto por pastel de cabracho, txangurro de centollo y, de principal, lubina, solomillo o entrecot a elegir como plato principal, postre y una botella de godello o mencía.
El restaurante, que cumplió treinta años el pasado sábado, ofrecerá ese mismo menú a lo largo de toda la semana. Su propietario asegura que, por el momento, la mayoría de reservas para la cena de hoy son de parejas en la treintena.
