El San Froilán tendrá casetas del pulpo después de tres años

El Ayuntamiento recibió cuatro ofertas tras la decisión de Ferreiro de bajar a la mitad el canon
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El pulpo, una de las esencias de las fiestas de San Froilán, volverá este año al Parque. El Ayuntamiento recibió cuatro ofertas para instalar las tradicionales casetas y, a falta de la formalización de los contratos, Lugo podrá contar con el tirón que garantiza la presencia de los pulpeiros.

El segundo concurso convocado por el Concello funcionó. La decisión de la edil de Cultura, Maite Ferreiro, de rebajar a la mitad el canon a pagar por los pulpeiros acabó por decidir a los empresarios y las fiestas volverán a la normalidad tras dos ediciones que estuvieron marcadas por la pandemia. Las condiciones fijadas establecen que los pulpeiros pagarán menos por las casetas, pero deberán mantener el precio del pulpo para los clientes, que será de 12 euros por ración.

La tradición se retoma en un año que también es importante en clave política, ya que son las últimas fiestas que organizará este gobierno antes de las elecciones municipales y siempre se da por hecho que el resultado del San Froilán acaba pesando en la imagen de un gobierno cuando llega el momento de poner las urnas. 

Se da por hecho que en el montaje de las casetas participarán históricos de ese negocio en Lugo, si bien aún no se conoce la identidad de los empresarios que se presentaron al concurso, dado que los sobres con las ofertas no se abrirán hasta este jueves.

Sí confirmó su presencia, por ejemplo, Aurora de Carballiño. El hijo de la histórica pulpeira, Juan Pazó, detalló que presentó este martes mismo los papeles. Lo hizo en el último momento, tras muchas dudas y porque "la matriarca sigue mandando y no quiere dejar Lugo", aseguró. 

Pazó aseguraba que la empresa va al San Froilán con mucha incertidumbre sobre la viabilidad económica, ya que se han disparado los precios y ya sabe, por ejemplo, que los 6.000 euros de luz que pagaba hace años ahora se verán multiplicados. 

El coste de montar la caseta para el San Froilán cuesta más de 30.000 euros, asegura, y este año la empresa de la grúa que se ocupa del montaje ya advirtió que la tarifa se dobla, decía este martes.

El problema de los costes, disparados por la inflación está detrás de gran parte de los reparos de los empresarios, que no se decidieron a presentar ofertas para montar las casetas hasta que el gobierno local dio el paso de bajar a la mitad el canon.

Con todo, empresarios como Pazó siguen cuestionando incluso la existencia de ese canon que cobra el Ayuntamiento y el responsable de la caseta de Aurora do Carballiño censura que el Ayuntamiento cobre por montar las casetas y encima fije el precio que se puede cobrar por la ración del pulpo.

Añade, además, que el coste del cefalópodo también ha subido mucho, dado que hay mucha demanda y poca pesca y también suben los costes de extracción en los caladeros.

 

El porqué de que el precio del pulpo pueda ir de 10 euros en la ferias a llegar incluso a los 18 en negocios de hostelería  

Los pulpeiros llevan tiempo criticando que el Ayuntamiento fije el precio que pueden cobrar por la ración de pulpo en las ferias. En Lugo, desde 2016, la ración de 250 gramos cuesta 12 euros.

El precio está por encima de lo que cuesta la ración en las ferias de la provincia. En las más populares, como las de Rábade o Castro de Rei, cuesta ahora diez euros. En algunas el precio es incluso inferior y se queda en 9 euros.

Sin embargo, en bares y restaurantes es habitual que la ración se cobre a 14, 16 y hasta 18 euros en algún caso. 

El arco de precio es tan amplio que los clientes no entienden muy bien a qué responde tal diferencia en la factura.

Juan Pazó, de Aurora de Carballiño, dice que la clave del precio está en los costes que afronta el pulpeiro. "Yo en las ferias vendo el pulpo a diez euros, pero es que ahí no tengo que pagar por instalarme ni soporto los costes que tengo en el San Froilán", dice.

Asegura que ese margen de dos euros de diferencia entre lo que cuesta el pulpo en una feria y los doce que cuesta en San Froilán no llegan para afrontar los gastos de montar una caseta.

Cuestiona incluso que un ayuntamiento pueda marcar el precio de un producto y, aunque irá finalmente al San Froilán, se pregunta si otros hosteleros no podrán incluso acusar al Concello de hacer dumping por fijar unos precios que, sostiene, no están en la realidad de lo que hay que pagar cuando se sostiene un local o hay que pagar facturas desbocadas de luz, dice.

Un símbolo de que Lugo deja atrás las limitaciones de la pandemia
Lugo disfrutó por última vez de las casetas del pulpo en 2019 y este será el año de la vuelta a la normalidad. San Froilán es casi sinónimo de abarrotes y el fin de las restricciones por el covid permitirá que los lucenses se relacionen como antes. No obstante, durante la pandemia hubo cambios y algunos locales  apostaron por servir el pulpo en sus propias instalaciones. Fue el caso, por ejemplo, de La Palloza, que este martes ya confirmó que su caseta no estará en el ferial, sino en su finca de la carretera de Vegadeo.

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